Una nueva polémica sacude las redes sociales tras la viralización de un video que ha provocado confusión, indignación y un mar de teorías. En la grabación aparece nada menos que Valeria Márquez, la influencer de 23 años asesinada el pasado 13 de mayo, asegurando que está viva y que fingió su muerte para salvarse. Sin embargo, todo es falso.
El video —aparentemente realista— muestra a Valeria afirmando que huyó por temor a perder la vida. Las imágenes han generado una avalancha de reacciones: desde quienes creen en la teoría, hasta quienes denuncian esta pieza como una ofensa grave hacia su memoria. Y es que, tras una revisión de expertos y usuarios, se ha confirmado que el clip no es auténtico: fue generado con inteligencia artificial.
Valeria fue víctima de un ataque armado mientras realizaba una transmisión en vivo desde su salón de belleza, Blossom the Beauty Lounge. Un hombre encapuchado, que fingía ser repartidor, ingresó y le disparó a quemarropa. El crimen quedó registrado en video, impactando profundamente a sus seguidores y a la opinión pública tanto en México como en el extranjero.
Ahora, la aparición de este falso video ha reabierto heridas, y muchos consideran que es una falta de respeto no solo hacia Valeria, sino también hacia su familia. La manipulación digital de su imagen y voz ha sido duramente criticada y ha encendido el debate sobre el uso ético de la inteligencia artificial.
A pesar de la controversia, las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial sobre el material, aunque la investigación por el feminicidio de Valeria sigue en curso. Cabe recordar que en su momento también surgieron teorías que involucraban a personas cercanas a ella, como su amiga Vivian de la Torre y una empleada del salón, sin pruebas concluyentes hasta el momento.
Mientras tanto, usuarios en redes exigen frenar la difusión de estos videos manipulados y piden respeto por el duelo de la familia Márquez. El caso sigue siendo uno de los más sensibles y comentados en el mundo digital, evidenciando el riesgo de propagar desinformación en tiempos donde la tecnología puede imitar la realidad con inquietante precisión.
