AGENCIA
CDMX.- El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, protagonizó una acalorada discusión con reporteros de la fuente legislativa y con la periodista Azucena Uresti, luego de que se diera a conocer que adquirió una casa valuada en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos.
La controversia surgió tras publicarse su declaración patrimonial, donde reportó la compra del inmueble. En conferencia de prensa, un reportero cuestionó la congruencia entre el discurso de austeridad republicana y el nivel de vida reflejado en sus bienes, señalando también la posesión de vehículos de lujo.
“Una camioneta de millón y medio, otra de más de medio millón, casa de 12 millones… la gente promedio no tiene esa opulencia. Se defiende la austeridad republicana y luego vemos ese tipo de lujos”, señaló el comunicador.
Fernández Noroña respondió con molestia: “¿Cuánto dinero tiene tu patrón? ¿Cuántos miles de millones de dólares tiene tu patrón y te parece…?”.
El legislador también arremetió contra la periodista Azucena Uresti, acusándola de haber insinuado que su propiedad estaba vinculada a financiamiento del crimen organizado, lo cual negó la comunicadora. “Ella tiene un departamento en Paseo de la Reforma que vale más que la casa que estoy pagando”, afirmó Noroña.
El senador justificó la compra de su vivienda argumentando que llevaba cuatro años rentando en Tepoztlán y que, con sus ingresos, desde noviembre pasado ha pagado regularmente el inmueble. “¿Qué tiene de ilegítimo, deshonesto o incorrecto? ¿Dónde está el problema? ¿Alguien puede demostrar que no tengo ingresos para pagarla?”, cuestionó.
Respecto a las críticas por supuesta incongruencia con el discurso de austeridad, Fernández Noroña fue tajante: “Yo no tengo ninguna obligación personal de ser austero. Yo era franciscano porque estábamos fregados económicamente, no porque quisiéramos”.
Finalmente, acusó a los medios de comunicación de actuar con “nula ética” y de no indagar en las declaraciones patrimoniales de legisladores de oposición, mientras sí exhiben los bienes de los representantes de la mayoría.
Nadamás le aventaron unas migajas de poder y ya se siente con la prestación de hacer lo que se le antoje, desde obligar a un ciudadano a ofrecerle disculpas públicamente hasta inventarle cosas a una de las mejores periodistas del país. Lamentablemente vamos a tener que irnos acostumbrarnos a esto, ya lo decía Muñoz Ledo: “Ya están mareados, mareados de poder”.
Aquí no es donde pueden comer, dormir… Sino que antes de asumir cierta posición no tenía para ese tipo de vivienda, ahora, es raro que con su sueldo le alcance para una vivienda y que se de ciertos lujos. ¡Es necesario una declaración real de sus bienes!
