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Nacional.- En México, la Navidad suele acompañarse de villancicos de origen europeo o sudamericano que, con el paso del tiempo, se han vuelto parte del imaginario colectivo. Sin embargo, existe una vertiente poco conocida pero profundamente significativa: Los villancicos creados en México o por autores mexicanos, composiciones que reflejan identidad, tradición y un contexto propio.
Estos villancicos no suelen escucharse en centros comerciales ni en posadas masivas, pero existen, están documentados y fueron concebidos para celebrarse desde México y para México. Su historia se remonta al periodo virreinal, cuando la música navideña también fue una forma de expresión cultural local.
Durante los siglos XVII y XVIII, en la Nueva España se escribieron villancicos destinados a las celebraciones religiosas de Navidad, especialmente en catedrales y conventos. Uno de los nombres más relevantes es Sor Juana Inés de la Cruz, quien escribió villancicos litúrgicos para estas festividades. Textos como “Hoy a la noche del día” y “Pues mi Dios ha nacido” fueron creados y estrenados en territorio novohispano, formando parte del patrimonio musical del país.
A esta misma etapa pertenece Antonio de Salazar, compositor activo en México, autor de villancicos navideños pensados para celebraciones religiosas en catedrales del país. Sus obras integran el repertorio barroco mexicano y reflejan la adaptación de la tradición musical europea al contexto local.
Ya en el siglo XX, surgieron composiciones que buscaron romper con el modelo europeo para darle un sonido propio a la Navidad en México. Destaca el compositor michoacano Silvino Jaramillo, creador de villancicos como “México, ángel y pastor” y “Villancico michoacano”, en los que integró ritmos tradicionales, referencias culturales mexicanas y elementos indígenas.
A diferencia de otros cantos navideños populares, estas obras no son adaptaciones ni traducciones, sino creaciones originales concebidas desde la música y el imaginario nacional. En años más recientes, músicos mexicanos han retomado esta tradición con villancicos originales reunidos en proyectos como Villancicos Mexicanos, de Jaime Antonio Rodríguez C., y Navidad mexicana, de Lupita Campos.
Estas propuestas mantienen viva la idea de una Navidad cantada desde la identidad nacional, en contraste con los villancicos extranjeros que dominan el repertorio popular. Canciones ampliamente asociadas con la Navidad en México, como El burrito sabanero, Los peces en el río o Campana sobre campana, no fueron creadas por mexicanos ni en territorio nacional, por lo que no forman parte del villancico mexicano auténtico.
Los villancicos mexicanos existen, tienen historia y autores claros. Desde el periodo virreinal hasta la música contemporánea, estas canciones navideñas demuestran que México también posee una tradición propia para cantar la Navidad, aunque muchas veces haya quedado opacada por repertorios extranjeros. Recuperarlas es, también, una forma de reconectar con la identidad cultural del país en una de las festividades más importantes del año.
