

Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Con una agenda marcada por audiencias legales, clases universitarias y acciones en defensa de los derechos humanos, su papel más trascendente sigue siendo el de padre de tres niñas que lo inspiran a diario.
A sus 42 años, reconoce que su mayor fuerza nace del amor por sus hijas. “He vivido muchas cosas en esta vida, pero no me doy por vencido. Si no decaigo es por ellas, son el motor más importante que tengo”, confiesa.
A pesar del ritmo agitado de su labor como activista, abogado penalista y profesor, siempre encuentra tiempo para compartir con ellas. “Me salgo del trabajo cuando puedo para ir por ellas a la escuela, para comer juntos. Y aunque llegue tarde en la noche, nunca falto al beso de buenas noches.”
Para él, ser papá implica mucho más que presencia física, es una responsabilidad profunda: formar a mujeres fuertes y conscientes dentro de una sociedad cambiante. “Ser padre es una de las mejores experiencias que un hombre puede vivir, pero tener hijas te exige aún más. Mi sueño es verlas realizadas, cumpliendo cada uno de sus sueños.”
Este Día del Padre, más que una celebración merecida, será para él una reafirmación de su vocación más profunda: la de ser guía, protector y compañero de vida para sus hijas, una misión que asume con orgullo cada día.
