in

Yunes Linares llama mentiroso a Duarte

Superiberia

Boca del Río.- Ayer domingo, Miguel Ángel Yunes Linares, dio respuesta al tercer informe de Gobierno, donde por medio de grabaciones y datos oficiales; aseguró que el Gobierno estatal ha mentido a los veracruzanos en sus cifras en temas de seguridad, obras públicas, salud y educación.

Ante el auditorio, Yunes Linares, mostró a los veracruzanos distintas grabaciones donde por medio de equipo visual, indicó que en temas de finanzas, se tiene una deuda casi de 90 mil millones de pesos, además de tener un sistema de pensiones “quebrado” en el estado.

En este contexto, dijo que en el tema de la seguridad, el estado sigue siendo inseguro, y una muestra son los secuestros y homicidios que se han incrementado en este 2013, informó en un hotel de Boca del Río, donde llevó a cabo la respuesta del tercer informe, como ya lo había adelantado. También califica a Duarte de cómico y le reafirma que 29 veces dice “hicimos bien las cosas”. “Asumo el compromiso de mis palabras y tenemos que poner un freno todos los veracruzanos”, declaró a los presentes.

 

Discurso de Yunes Linares

Esto no lo van a leer en periódicos coludidos, porque los tiene billeteados la vocera próspera y se los prohíbeGracias a todos por estar presentes.

 

 

Gracias a todos por estar presentes.

Hablo a nombre propio; yo respondo por mis palabras, nadie más.

Lo hago cierto de que merecemos un mejor Veracruz y de que no lo lograremos con el silencio y la complacencia.

Doy mi opinión porque, al igual que millones de veracruzanos, quiero que las cosas cambien para bien, y porque creo que no debemos esperar a que la situación empeore aún más y a que concluya este gobierno, y hablemos entonces de todo lo malo que hizo el ya para entonces ausente.

Hablo porque creo que una voz puede sumar muchas otras, y todas las voces juntas pueden hacerse escuchar para demandar, para exigir, para reclamar.

Sería más cómodo no hacerlo, no correría riesgos, pero no soy cobarde, no soy de los que usan las manos sólo para aplaudir y la voz sólo para elogiar.

Por eso estoy aquí, porque hay que actuar con responsabilidad, con valor civil y en su momento, no después.

Duarte rindió su tercer Informe de Gobierno.

Hoy se cumplen tres años de que asumió el cargo.

Es tiempo ya de evaluar, de analizar y de contribuir así a que Veracruz cambie para bien.

Dediqué muchas horas a leer el texto de su discurso y varios de los anexos que presentó al Congreso del Estado.

Me referiré a los temas que considero más relevantes.

Respaldaré mi dicho con información oficial, de su propio Gobierno y del Gobierno federal.

Evitaré calificativos hasta donde sea posible, aunque créanme que no es fácil, porque el propio texto que he analizado es un compendio de adjetivos.

Empiezo por agradecerle a Duarte el párrafo que me dedicó en su discurso. 

Dijo textualmente: “Respetaremos la voz de quien sólo busca la descalificación, aunque sepamos que siempre es en su propio beneficio”. 

Habló en singular, dijo “la voz de quien”… no de quienes. 

Así lo registro y le reconozco que me haya tenido presente en un día tan importante para él.

A la crítica, Duarte le denomina “descalificación”.

Él ama el elogio y la adulación.

Duarte seguramente desconoce lo que hace varios siglos escribió Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro.

En referencia a los aduladores, Feijoo dijo: “Para quien ama la lisonja, es enemigo el que no es adulador”.

O la frase de Vicente Rivapalacio, quien afirmó que “la adulación es el veneno más activo y el que los hombres toman con más facilidad”.

Duarte ya tomó ese veneno, pero no se lo di yo, se lo dieron otros.

Un gobernador inteligente reconocería la crítica como un elemento útil para la reflexión.

No creo que en este caso suceda así.

Paso al análisis del Tercer Informe de Gobierno. 

Si no fuera porque la situación es trágica, diría que el informe de Duarte es cómico.

29 veces en el texto de su discurso dice “hicimos bien las cosas”.

Seguro no conoce la frase del Rey Salomón: “la boca de otro, no la tuya, sea la que te alabe”.

Lo que sus asesores no le explicaron es que esa estrategia, aplicada por los nazis hace casi 80 años, fue eficiente cuando sólo existían periódicos y la radio controlados por el Estado, pero que no funciona hoy, cuando la sociedad se comunica y se informa sin intermediarios y -a pesar del propio Duarte- existen medios de comunicación y periodistas que ejercen a plenitud sus libertades constitucionales.

Exento total y absolutamente de crítica y autocrítica, el documento aporta datos que riñen totalmente con la realidad, datos que evidentemente -y Duarte lo sabe- son mentiras.

Es probable que alguna vez en su vida haya leído a Dostoievsky, quien señalaba con malicia que: “en la enorme mayoría de los casos se miente por amabilidad. Se desea producir en el oyente una impresión estética agradable, entonces se miente, incluso sacrificándose”.

Si es así, entonces habría que agradecerle a Duarte que mienta, que no nos haya hablado del Veracruz real, dramáticamente pobre, terriblemente inseguro, sino del Veracruz que sólo él y los suyos viven, ese Veracruz que, como él lo dice en su informe, “es incomparable”. Pensemos que mintió “por amabilidad”.

Dice por ejemplo lo siguiente: “tomamos duras medidas correctivas en las finanzas”.

Su gobierno ha continuado el desorden financiero y aceleró el endeudamiento hasta ahogar a Veracruz al grado de que no sólo no se paga a los proveedores, sino incluso los pensionados no pueden cobrar sus quincenas.

Aunque Duarte haya dicho que “hay transparencia en el gobierno”, el monto real de la deuda es un secreto de estado. 

Lo ocultan porque no pueden justificar el destino de los recursos y reiteradamente mienten y se contradicen en lo relativo a la cuantía.

No coincido con lo que expresan los documentos oficiales, la deuda es mucho mayor a la reconocida por el gobierno, tal y como lo han revelado, apoyados en datos duros, investigadores universitarios veracruzanos como Hilario Barcelata  Chávez y Rafael Arias Hernández, y en coincidencia con ellos, lo confirmó con gran valentía el diputado local del PRI, Ricardo Ahued Bardahuil: ellos calculan la deuda en casi 90 mil millones de pesos.

Sin embargo, para analizar la deuda del Estado, tomo como base los documentos publicados por la Sefiplan, aunque –insisto- sé que su contenido no corresponde a la realidad.

Al iniciar hace tres años ésta administración, el total de obligaciones financieras del Gobierno del Estado de Veracruz era de 21 mil 500 millones de pesos, como se indica en el “Informe de deuda 2010” correspondiente al cuarto trimestre de ese año, mismo que tienen a la vista.

Al 30 de junio de 2013, cuando apenas habían transcurrido 31 meses de gobierno, la deuda ascendía ya a 43 mil 900 millones de pesos, tal y como se reporta en el “Estado de situación financiera consolidado”.

En menos de tres años, Duarte incrementó la deuda de Veracruz en 22 mil 400 millones de pesos, duplicando así la que le dejó su antecesor.

Sólo en abril de este año Duarte contrató una nueva deuda por 1 mil 300 millones de pesos, con vencimiento en 2028, pagadera con cargo a las participaciones federales.

Este endeudamiento se entiende mejor si se analiza más a detalle.

En 31 meses de gobierno Duarte endeudó a Veracruz en 22,400 millones de pesos.

Cada mes, la deuda subió 722.5 millones de pesos.

Cada día, 24 millones de pesos.

Cada hora, 1 millón de pesos.

Cada minuto, 16 mil 666 pesos.

Cada segundo, 277.7 pesos.

Si mantiene ese ritmo de endeudamiento, en los 1095 días que le restan en el gobierno, Duarte contratará deuda por 26 mil 280 millones de pesos más, misma que sumada a la que se reconoce de 43 mil 900 millones de pesos, ascendería a un total de 70 mil 180 millones de pesos en el año 2016, con lo que llegaríamos a ser la entidad más endeudada del país; hoy estamos en tercer lugar.

Esto, que en una empresa se llama quiebra, en el gobierno de Duarte se denomina “finanzas sanas”.

Comparto con ustedes estos datos de la Secretaría de Hacienda que sirven para una evaluación histórica, se refieren al total de la deuda al concluir cada período de gobierno.

Dante Delgado, 348.4 millones de pesos.

Patricio Chirinos, 23.3 millones de pesos.

Miguel Alemán, 3 mil 528 millones de pesos.

Fidel Herrera, 21 mil 500 millones de pesos.

Javier Duarte, 43 mil 900 millones de pesos hasta el 31 de junio de este año.

¿Dónde están los más de 22 mil millones de pesos de nuevo endeudamiento?

¿Cuáles son las obras o acciones relevantes de este gobierno en las que se aplicaron estos recursos?

¿Han mejorado los servicios de seguridad, educación, salud?

¿Hay más y mejor infraestructura?

¿Hay nuevas carreteras y autopistas?

En su informe, Duarte dice que entre las obras importantes de su gobierno destacan ¡la “modernización” de una carretera de 13 kilómetros entre Coatzintla y El Tajín y un bulevar en Xalapa!

¡Es broma o humorismo involuntario! 

El avance de las grandes obras iniciadas durante el gobierno de Duarte se presenta a ustedes con fotografías tomadas el pasado viernes.

Distribuidor Vial de la Boticaria. Se dio el banderazo el 10 de noviembre de 2012.

Autopista Xalapa-Córdoba. Se dio el banderazo el 4 de febrero de 2013.

Autopista Veracruz-San Andrés Tuxtla. Se dio el banderazo el 13 de febrero de 2013. 

Cito textualmente lo dicho por Duarte en lo relativo a seguridad pública:

Dijo: “Concluye una etapa, en la que el flagelo del crimen organizado se apoderaba de nuestra tranquilidad”.

“En Veracruz los datos de inseguridad se extendían de manera alarmante”.

“Hoy Veracruz es otro. Logramos reducir el delito y retorna un sentido de tranquilidad en las familias”.

¿Quién se lo cree?

¿Lo creerá acaso la familia de José Luis Valdez, ex presidente municipal de Tamiahua que permanece secuestrado desde hace varios días?

¿O los familiares de los sacerdotes asesinados?

¿O los familiares de los periodistas asesinados o desaparecidos?

¿O las mujeres víctimas de la violencia y la delincuencia?

¿Le creen los cientos de miles que han sido víctimas de la extorsión o del robo en la calle o en sus domicilios?

¿O los comensales asaltados esta semana en distintos restaurantes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río?

Nadie lo cree, el problema es que lo crea Duarte, o peor aún, que sin creerlo lo diga y deliberadamente engañe a los veracruzanos.

Pero también las cifras oficiales lo desmienten.

El INEGI reporta que entre los años 2012 y 2013, la percepción de inseguridad en Veracruz se incrementó un 7.7% al pasar de 70% a 75.4%, el porcentaje de la población mayor de 18 años que se siente insegura.

El propio INEGI, en un estudio que abarca los homicidios por entidad federativa a partir del año 2006 y hasta el cierre de 2012, reporta un crecimiento exponencial durante los dos primeros años de gobierno de Duarte, al pasar de 461 homicidios en 2010 a 1,000 en 2011 y 1025 en 2012.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública ubica a Veracruz en sexto lugar en secuestros, con 93 denunciados en lo que va del año.

Debemos tener presente que, de acuerdo a datos oficiales del INEGI, se denuncian menos del 10% de los delitos, es decir que el total de secuestros en 2013 puede ser superior a  mil.

Duarte pretende tirar la piedra para atrás al señalar que hace tres años “Veracruz estaba inmerso en una situación económica complicada, políticamente confrontada y con un grave problema de inseguridad. Había incertidumbre y gran preocupación”.

Lo que no dice es que él formó parte central de esa estructura corrupta que llevó a Veracruz a ese desastre que bien describe.

Que fue Subsecretario y Secretario de Finanzas y que llegó a Gobernador de la mano del delincuente que gobernaba entonces Veracruz y usando los recursos públicos de todos los veracruzanos.

Pero tirar la piedra para atrás no basta.

¿Qué hizo o qué hará para fincar responsabilidades a los responsables del desfalco a los veracruzanos?

¿Exigió o exigirá que devuelvan los recursos que se robaron?

¿Denunció las complicidades de su antecesor con la delincuencia organizada, mismas que hoy brotan incluso en voz de sus funcionarios?

No lo hizo ni lo hará, por una razón simple y vergonzosa: él formó parte de esa estructura delincuencial, él firmó los créditos, las bursatilizaciones, él recibió los recursos desviados para su campaña, él sabía de los vínculos de su jefe con las bandas delincuenciales, pero calló entonces y encubre hoy.

Hoy quieren lavarse las manos, pero lo que tienen es más que lodo, es pintura indeleble.

Y en efecto, la función del C4 y de diversas áreas de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Veracruz es espiar a los veracruzanos de bien y preparar fichas para saber lo que hacen y dónde están, en lugar de preparar fichas de los delincuentes y perseguirlos con eficiencia.

Más que decir que ha hecho las cosas bien en materia de seguridad pública, Duarte debió en su informe pedir perdón a todos los veracruzanos, y en particular, a los cientos de miles que han sido víctimas de la delincuencia y a sus familias. Una expresión de solidaridad que todos hubiéramos aplaudido.

En materia de empleo Duarte textualmente afirmó que “¡en lo que va de mi gobierno se han generado más de 250 mil empleos de calidad!”.

“Se fortalece así el círculo virtuoso del desarrollo y los buenos salarios”, afirmó.

El INEGI lo desmiente. Entre septiembre de 2012 y septiembre de 2013 el desempleo en Veracruz creció de un 3.67% a 4.19%.

La Secretaría del Trabajo del Gobierno Federal también lo desmiente, al precisar en su “evolución de indicadores laborales” que la población ocupada al inicio del gobierno de Duarte era de 2 millones 950 mil y en el tercer trimestre de 2013 es de 3 millones 50 mil, es decir 100 mil empleos en tres años, no 250 mil.

CANAL OFICIAL

Brutalidad policiaca

¡Último mes del año!