Un operativo encabezado por el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, permitió el hallazgo y aseguramiento de una mini refinería clandestina en una zona rural del municipio de Coatzacoalcos, donde se almacenaban casi medio millón de litros de combustible procesado de forma ilegal.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, García Harfuch subrayó que la instalación representaba un grave riesgo para los ecosistemas locales y operaba completamente fuera de la ley. Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum fue clara: “No vamos a proteger a nadie que esté involucrado en prácticas de venta ilegal de combustible”.
La instalación clandestina se encontraba sobre la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa, en un predio arbolado utilizado para producir diésel artesanal, nafta ligera, solventes y aceites tratados, según los primeros reportes de la prensa que accedió al sitio.
El caso ha generado gran atención pública no solo por el volumen de combustible incautado, sino por los nombres vinculados a su operación, comenzando con el exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares.
De acuerdo con fuentes del Congreso de Veracruz, en 2018 la empresa fachada Energía Ecorenovable habría recibido permisos de construcción durante el mandato de Yunes. Años después, se habría permitido su operación bajo el argumento de tratar residuos peligrosos, como emulsiones y lodos aceitosos, según registros oficiales.
También ha surgido el nombre de Valentina Dionicio García, representante de Canacintra en Coatzacoalcos, quien figuraría como titular de la empresa que gestionaba la planta.
“No nada más pederasta, hasta huachicolero resultó Yunes.”
