Agencias
Kyiv / Moscú – El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, rechazó este lunes las acusaciones de Rusia que señalan a su país como responsable de un supuesto ataque con drones contra una de las residencias del presidente Vladimir Putin, y acusó al Kremlin de intentar desacreditar y sabotear las negociaciones de paz en curso para poner fin a la guerra.
La versión rusa fue difundida por el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, quien afirmó que Ucrania lanzó durante la noche 91 drones de largo alcance contra la residencia oficial de Putin, ubicada en la región de Nóvgorod, en el noroeste de Rusia. Según Moscú, todos los artefactos fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea y no se registraron víctimas ni daños materiales. Lavrov calificó el presunto ataque como un acto de “terrorismo de Estado” y advirtió que Rusia revisará su posición en las negociaciones de paz, aunque aclaró que no tiene intención de abandonar el diálogo con Estados Unidos.
Zelensky desestimó de manera tajante las acusaciones, calificándolas como “típicas mentiras rusas”, diseñadas para justificar una nueva escalada militar y minar los esfuerzos diplomáticos. El mandatario subrayó que Rusia ha intensificado recientemente los ataques contra edificios gubernamentales en Kyiv y zonas civiles, lo que demuestra, según él, que Moscú no actúa de buena fe en el proceso de negociación.
El episodio se produce un día después de que Zelensky se reuniera con el presidente estadounidense Donald Trump en Florida para discutir un plan de paz revisado. Tras el encuentro, Zelensky señaló que Washington ofreció a Ucrania garantías de seguridad por 15 años, mientras que Trump afirmó que el acuerdo estaba “casi cerrado en un 95%”. Sin embargo, persisten desacuerdos clave sobre el futuro territorial del Donbás y la operación de la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso.
El Kremlin, a través de Yuri Ushakov, asesor de política exterior, informó que Putin comunicó a Trump sobre el supuesto ataque, lo que generó sorpresa y molestia en el mandatario estadounidense. Trump, por su parte, ofreció declaraciones contradictorias, primero indicando desconocimiento del incidente y luego confirmando que Putin estaba “muy enfadado”, aunque admitió que aún no se ha verificado la veracidad del ataque.
Mientras Ucrania y Rusia se acusan mutuamente, el incidente añade tensión e incertidumbre al frágil proceso de paz, marcado por la desconfianza, los desacuerdos territoriales y la seguridad regional, principales obstáculos para poner fin a casi cuatro años de conflicto.
