De la redacción
El Buen Tono
En los pasillos del poder, la tensión entre Zenyazen Escobar García y Manuel Alonso Cerezo, alias “el facturero”, ya no puede ocultarse. Lo que parecía una sonrisa para la foto junto a la gobernadora Rocío Nahle es solo la fachada de un conflicto profundo.
Versiones internas señalan que Alonso se negó a cumplir acuerdos que favorecían al grupo de Zenyazen, desde puestos clave hasta espacios dentro de Sindicatura. La revelación de estos acuerdos habría generado un choque inevitable: Manuel Alonso decidió romper el pacto y exigir que Zenyazen no interfiera en la nueva administración.
El desenlace, según fuentes, incluye un acuerdo económico para mantener a Zenyazen al margen, mientras las mentadas y la furia corren entre ambos actores. La pelea por el poder en Córdoba apenas comienza, con interrogantes sobre filtraciones, guerra sucia y futuras traiciones.
El choque de ambiciones promete mantener en vilo la política local morenista.


