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2014, Oriente Medio: año turbulento

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La magnitud y gravedad de los cambios y acontecimientos registrados en el Oriente Medio durante el año que termina requerirían volúmenes enteros para ser analizados, así que se mencionarán a continuación tan sólo los procesos más relevantes y de mayor trascendencia para el presente y el futuro de los pueblos que habitan en esa región.

—No cabe duda que la aparición a mediados del año de una nueva y arrolladora fuerza bélica en el corazón de la zona, el denominado Estado Islámico, mejor conocido ahora como ISIS, por sus siglas en inglés, constituyó una gran sorpresa y un gigantesco desafío. 

Se trata de un conglomerado de milicias integradas por yihadistas dispuestos a los peores salvajismos en nombre de la imposición de un califato islámico de corte sunita, cuya obsesión es imponer su dominio y el de la Sharía o ley islámica en los vastos territorios que anhela conquistar. 

Sus enemigos son todos aquellos que no se pliegan a su programa, lo mismo que los denominados “infieles”, es decir, musulmanes chiitas, cristianos, judíos, yazidíes, o cualquier otra denominación religiosa distinta al sunismo que ellos profesan. 

Mediante acciones relámpago el ISIS, originalmente una escisión de Al-Qaeda, logró dominar pronto casi una tercera parte de Irak y de Siria, asesinando a decenas de miles mediante ejecuciones masivas y decapitaciones filmadas para intimidar a sus oponentes y reclutar nuevos yihadistas. 

La totalidad de los gobiernos árabes y musulmanes del mundo ven en esta agrupación la mayor amenaza que les ha sido dado enfrentar en la época moderna. 

De forma similar Occidente percibe a este desafío, de tal suerte que una coalición de más de 60 países se ha armado con el fin de combatir a este ejército de fanáticos extremos que mediante el robo, el secuestro y toda clase de actos de rapiña continúa avanzando aun bajo bombardeos de aviación occidental y resistencia en tierra de iraquíes chiitas, kurdos y otros residentes de las zonas invadidas.

—Las alianzas tradicionales que caracterizaban a esta región se alteraron notablemente en 2014 por efecto de la
aparición del ISIS. 

Por ejemplo, Irán, país chiita que se define como República Islámica, considera a ISIS su más amenazador rival. En ese sentido se ha dado una coincidencia de intereses entre Irán y Occidente, especialmente Estados Unidos. 

Ello resulta sorprendente si se toma en cuenta la historia de las relaciones entre los dos países, historia cargada de antagonismos y desconfianza. 

A fin de cuentas en lo referente al ISIS se encuentran ambos en el mismo lado de la barrera, razón de peso para que, a pesar de que no se llegó a una solución aceptable en las negociaciones del tema nuclear iraní, el Grupo G5+1 y Teherán decidieran proseguir en
el diálogo. 

En cuanto a Siria, cuya guerra civil continúa con un espeluznante saldo de 200 mil muertos y millones de desplazados, también el ISIS ha conquistado parte de
ese territorio. 

Bashar al-Assad, el tiránico presidente que ha masacrado de forma inclemente a su pueblo a fin de mantenerse en el poder, tiene ahora este nuevo rival el cual, paradójicamente, le está sirviendo para desviar a sus tradicionales opositores de su objetivo
de derrocarlo. 

El caos es así mayúsculo debido a la maraña de milicias y fuerzas internas y externas que se baten en una guerra que parece no tener fin.

—Los países árabes del Golfo, Egipto, Jordania, Líbano y Turquía viven con preocupación creciente la amenaza de la expansión del ISIS, pero además están inmersos en otros graves problemas causados por debilidades y conflictos particulares
preexistentes. 

Lo mismo puede decirse de Israel y la Autoridad Palestina. Así que en la siguiente entrega de estas colaboraciones, se intentará dar cuenta de algunos de estos escenarios cargados también de importantes situaciones explosivas.

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