


La competencia política entraña maximizar las diferencias entre adversarios. Las campañas son el vehículo para contrastar las diversas ofertas políticas que se ponen a la “venta”.
L@s elector@s son bombardeados con frases ingeniosas, promesas vagas y críticas duras entre rivales, tratando de ganar fundamentalmente la voluntad de l@s indecis@s.
En México, las campañas negras tuvieron su punto más álgido durante 2006, a través de ataques sistemáticos al puntero de esa época, Andrés Manuel López Obrador, a quien se le calificó como un “peligro para México”.
La izquierda sostuvo que uno de los motivos principales de su derrota se debió a una estrategia continua de descalificación de su
candidato presidencial.
En consecuencia, pugnó con éxito para que en la Reforma Electoral de 2007-2008 se prohibiera en los mensajes políticos, transmitidos en radio y televisión, la denigración
y la calumnia.
Las reglas con las que el IFE condujo los procesos electorales de 2009 y 2012 fueron de difícil aplicación, ya que calificó el mensaje político con elementos que circunscribían el debate sólo a propuestas de
política pública.
El cual terminó, en muchas ocasiones, en áridas discusiones en el Consejo General, entre quienes buscaban ampliar la libertad de expresión y quienes querían aplicar el espíritu restrictivo contenido en
la Constitución.
Entre los cambios aprobados en la reciente Reforma Político-electoral, que se aplicarán a los comicios de 2015, se eliminó la prohibición de denigrar a los adversarios y sólo se mantuvo la restricción de la calumnia dentro de las campañas.
L@s legislador@s retiraron la “camisa de fuerza” que ellos mismos habían confeccionado para las
elecciones anteriores.
En la misma ruta, una importante decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio el aval definitivo a las campañas negras, al resolver que los partidos pueden denigrar en su propaganda a adversarios o instituciones como parte de la libertad
de expresión.
Esta resolución fue crucial, ya que fue el primer pronunciamiento de l@s ministr@s desde que la reforma constitucional en materia político-Electoral había sido aprobada en
febrero pasado.
Se invalidó una parte del artículo 69 del Código de Elecciones de Chiapas, el cual ordenaba a los partidos en su propaganda.
“Abstenerse de cualquier expresión que denigre a las instituciones y a los partidos o que calumnien
a las personas”.
La decisión de la Corte eliminó la parte relativa a no denigrar a instituciones o partidos al señalar su
inconstitucionalidad.
El argumento central de la sentencia es que “el ejercicio de la libertad de expresión no sólo tiene una dimensión individual sino social, pues implica también un derecho colectivo a recibir cualquier información.
A conocer la expresión del pensamiento ajeno y apunta a la necesidad de que las medidas restrictivas se sometan a un test estricto de
proporcionalidad”.
Con su decisión, la Corte avaló el regreso del tipo de campañas que se desplegaron durante 2006.
Abriendo la posibilidad a l@s especialistas en comunicación política de los partidos de atacar libremente a sus adversarios a imagen y semejanza de lo que sucede en Estados Unidos.
BALANCE
En el contexto de descomposición social que se ha precipitado con la crisis de derechos humanos en el estado de Guerrero, es importante tomar en consideración que las campañas del año próximo se desarrollarán con total libertad para ejercer la denigración como arma política, potenciando una atmósfera aún más densa
y enrarecida.
Existen toneladas de archivos que documentan escándalos, yerros, decisiones polémicas y, por supuesto, la inagotable imaginación de l@s spin doctors para bombardear a elector@s con mensajes negativos que generarán frecuentes tormentas de lodo que pueden ser de proporciones bíblicas. Dependerá de l@s ciudadan@s ejercer un juicio ponderado para calificar la información que reciban usando inteligencia y prudencia.
De cualquier forma habrá que tener un paraguas a la mano. Así funciona la democracia.
P.D.- Por periodo vacacional, esta columna se publicará nuevamente en enero. ¡Felices fiestas!
Twitter: @pacoguerreroa65


