Orizaba.- Una “ola” de violencia cimbró la zona Centro, convirtiendo al 2016 en uno año repleto de tragedias.
En el último cuatrimestre del año pasado, el número de muertes por ejecuciones y enfrentamientos entre grupos delincuenciales y fuerzas policiales, registraron un aumento significativo.
Lo anterior, ubicó a la zona Centro del estado en uno de los “focos rojos” de toda la entidad, trayendo consigo una dura crisis económica y el colapso de las corporaciones policiales municipales, las cuales se vieron rebasadas por estos hechos.
Ante estos hechos, la población ha expresado su falta de confianza en los cuerpos de seguridad pública.
Tragedias en la pista
Otro de los rubros que marcó el 2016, fueron los múltiples accidentes que se registraron en la autopista Puebla-Córdoba, la cual de acuerdo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC), es considerada como una de las más peligrosas del país.
Información proporcionada por diversas corporaciones de emergencias, de septiembre a diciembre se registraron 24 accidentes, dejando un saldo de unas 40 personas muertas y pérdidas materiales millonarias.
Chupaductos
Otros de los temas son el robo de hidrocarburos, el cual tuvo un aumento significativo de eventos.
Por ello, el número de accidentes a causa del hallazgo de tomas clandestinas y bodegas en donde se almacena el combustible de forma ilegal, fue cuantioso.
Tan sólo en los últimos tres meses de 2016, se hallaron más de 20 tomas clandestinas, pero también varias bodegas en donde se almacenaba el hidrocarburo robado, aunque sin que hasta el momento se tenga conocimiento de personas detenidas.
Pirotecnia
Pero el que acaba de terminar, fue un año no sólo marcado por la violencia, porque en diversas partes de la región ocurrieron tragedias accidentales que quedarán en la memoria de la población.
Durante el último mes, debido a la explosión de una camioneta que se registró en Nogales, dos pequeños perdieron la vida, debido al uso de fuegos pirotécnicos.
Esto es también responsabilidad de las autoridades, ya que la compra y el uso de fuegos pirotécnicos debería ser regulada con más fuerza.
Todo esto y más nos dejó el 2016, por lo que esperamos que este año sea mejor y que la violencia, la inseguridad y las tragedias queden atrás, y que se pueda vivir un ambiente de paz y tranquilidad en el nuevo año que comienza.
