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2017, NUBARRONES

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POR: Andrés Timoteo

El inicio del 2017 tiene, como nunca antes, más pronósticos negativos que positivos. Hay verdaderos nubarrones que anuncian calamidades. A nivel nacional, el año se estrena con un incremento súbito y exorbitante en el precio de las gasolinas –entre 14 y 20 por ciento en una sola exhibición, según lo anticipado-, y eso desatará el alza generalizada de precios en todos los productos y servicios. Esta vez no será la tradicional ‘cuesta de enero’ la que se deberá afrontar sino una verdadera escalada en línea vertical, que tirará a muchos al sótano, sobre todo a los más desfavorecidos.

 

Cuando en economía se dice que se generará “inflación”, no es otra cosa que el dinero que ganan las personas alcanza para comprar menos, porque todo se encarece y por ende, la inflación es sinónimo de empobrecimiento. Eso es lo que provocará el “mega-gasolinazo” que inició con enero: más pobreza. El problema no es que los propietarios de un vehículo particular tengan que pagar más caro el litro de combustible sino que es el detonante para que todo suba su precio incluyendo alimentos y medicinas.

 

El 2016 terminó y el 2017  inicia con protestas callejeras en varios estados, precisamente contra la decisión de liberar el precio del combustible por parte del gobierno federal, y con eso, asestarle un golpe total a la economía de más de cien millones de habitantes del país. Empero, hay que repetirlo, son gritos y protestas a destiempo.  La gente hubiera tomado las calles y paralizado al país hace tres años cuando se realizó la modificación constitucional para desmantelar la industria petrolera, entregarla al capital privado y privar a los mexicanos de la riqueza energética.

 

Ahora, suenan a ‘patadas de ahogado’, es muy difícil que se dé marcha atrás a ese atraco, salvo que en las elecciones del 2018 se castigue al PRI, al PAN, al PRD, al PVEM y al Panal privándolos de la Presidencia de la República y de las mayorías en el Congreso de la Unión. Un voto masivo por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) podría revertir la situación que se tiene actualmente, pues hasta el momento es la única fuerza política que ha anunciado que anulará  esas reformas lesivas y restituirá la soberanía nacional sobre el sector energético.

 

A nivel estatal, los veracruzanos no solo resentirán los vaivenes económicos por el aumento del precio del combustible, sino que enfrentarán las secuelas por el latrocinio que se cometió durante doce años de fidelidad en la administración estatal. El programa de ajuste financiero del nuevo gobierno es drástico y también pegará a la economía de muchas familias tanto por el despido de burócratas como el descenso en la compra de bienes y servicios, y de la obra pública que era un motor importante en la economía. Entonces, será un año de recesión más que de austeridad en Veracruz y la recesión también significa pobreza.

 

LA MANO NEGRA

En el dominio de la seguridad pública tampoco hay buenos pronósticos. No, al menos en lo inmediato, porque llevará tiempo desmontar las estructuras criminales que se levantaron desde el 2004, limpiar a la Policía Estatal y las corporaciones municipales, a la Fiscalía del Estado con todas sus agencias ministeriales, así como al Poder Judicial. No es un secreto que casi la mayoría de los Jueces están corrompidos y muchos de ellos sirven a la mafia en lugar de allegar justicia a la ciudadanía.

 

A la par, en las calles se libra una guerra ya vista en otros tiempos: la disputa de la plaza por parte de los grupos criminales. Es algo que acompaña a las coyunturas políticas y en Veracruz tiene mucho de fondo. Un dato revelador, por ejemplo, son las ‘narco-mantas’ que el fin de semana aparecieron en calles de Xalapa, la capital del estado, en las que las organizaciones criminales anunciaron su “llegada” a la sede de los poderes.

 

“Escóndanse bien porque ya estamos aquí”, rezaban los textos plasmados en mantas. Es indicador que desde Barcelona se sigue moviendo el pandero de la violencia y la inestabilidad. Es la contribución de los amigos del innombrable para apestarle el inicio de administración al nuevo gobernante, aseguran los bien enterados en cuestiones de inteligencia.  Y como se dijo, no es algo nuevo, lo mismo hizo ese personaje con su títere el ex gobernador en el 2010 cuando iniciaba su sexenio.

 

La leyenda cuenta que para obligar a respetar los pactos suscritos, los criminales llegaron en caravana hasta el centro xalapeño, paseándose en camionetas blindadas y enseñando los fusiles por las ventanillas. Hubo mensajes similares: “ya estamos aquí, ya llegamos”, como saludo al nuevo ocupante de Palacio de Gobierno. Tal fue la pinza y funcionó porque esos pactos fueron intocados. Hoy repite la estrategia, aunque bajo el entendido de que se pretende desatar la furia delictiva con el fin de trastocar –aún más- la tranquilidad del estado que hoy gobierna su enemigo jurado. Así, la mano negra sigue dañando a los veracruzanos a la distancia.

 

CABAÑUELAS

 El 2017 será también ajetreado en el tema electoral pues serán renovados los 212 ayuntamientos. Los veracruzanos están llamados a las urnas el 4 de junio próximo –dentro de cinco meses- para elegir a 2 mil 300 ediles, entre ellos 212 alcaldes, 212 síndicos y mil 876 regidores. Serán lo que los estudiosos llaman como “elecciones de proximidad” porque se eligen a los representantes más cercanos a la ciudadanía, de ahí que esos procesos  siempre generan más disputa, euforia y hasta encono.

 

Por supuesto, en el mapa electoral del Estado, hay municipios considerados como prioridad para todos los partidos por su influencia económica y política. La ‘joya de la corona’ es el corredor Veracruz-Boca del Río que tiene casi 800 mil habitantes, y además es el punto de desarrollo económico más elevado, y también concentra al turismo estatal y la sede de los principales medios de comunicación.

 

Los otros municipios que serán muy peleados son Xalapa, Coatzacoalcos, Córdoba, Poza Rica, San Andrés Tuxtla, Tuxpan, Papantla, Minatitlán, y Orizaba. Ellos acaparan la mitad del padrón electoral y el 60 por ciento de la actividad económica. Las cabañuelas electorales apuntan a que se modificará drásticamente el mapa político municipal.

 

En primer lugar, por el crecimiento de Morena, que será un actor preponderante en la disputa edilicia. Es más, de los once ayuntamientos ya citados como los más influyentes, al menos cinco, incluyendo a Xalapa,–los otros son Coatzacoalcos, Córdoba, Orizaba y Minatitlán- podrían ser ganados por el partido de Andrés Manuel López Obrador, y no se diga en otros municipios rurales donde la votación de Morena es muy elevada ante la decepción que han ocasionado el PRI y el PAN.

 

En segundo lugar, se espera otro castigo de los electores para el Revolucionario Institucional por el desastre económico y social que dejó la fidelidad, y especialmente el pasado Gobierno Estatal, así como la emergencia nacional por la administración de Enrique Peña Nieto. Vaya, este “mega-gasolinazo” se antoja como la sepultura electoral del tricolor en muchas partes del País, entre ellas Veracruz, y la antesala de un fracaso en los comicios presidenciales del 2018.

 Y en tercer lugar está la alianza PAN-PRD que en el 2016 fue exitosa y se reproduciría para este año. Los aliancistas tendrán en el actual Gobierno Estatal una de las banderas para atraer el voto. Si se logra que el ex Gobernador sea detenido y si manda a la cárcel al menos a sus principales cómplices en el saqueo del tesoro estatal, habrá  un voto seguro para la coalición azul-amarilla en  junio venidero.

 

En la cuestión electoral, hay algo positivo para los veracruzanos, pues tendrán la oportunidad de desquitarse de los partidos políticos que llevaron al poder a alcaldes que resultaron ladrones, incumplidos, haraganes, abusivos y buenos para nada. Y claro, la ganancia adicional es que será el último año de gobierno para personajes tan funestos como Tomás Ríos Bernal o Armel Cid de León en Córdoba y Fortín de las Flores, respectivamente. Pensar que ya solo les queda un año en esos ayuntamientos, anima el espíritu, ¿no creen?

 

Finalmente, la apuesta de inicio de año es atinarle a la fecha en la que serán detenidos el ex gobernador y su esposa, que tienen más de dos meses como prófugos de la justicia. Por lo pronto, el ex Gobernador fue el personaje más socorrido este fin de año para representar al 2016 y quemarlo –lleno de cohetes tronadores- en las plazas y calles. También es el candidato natural a ser llevado a la hoguera para representar al Mal Humor  en el Carnaval de Veracruz que comienza el 22 de febrero.  Nunca un personaje había sido tan más odiado como el cordobés. Vaya fama que le dio a la Ciudad de los Treinta Caballeros.

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