De la redacción
El Buen Tono
La persecución contra Ricardo Salinas Pliego alcanzó niveles que rozan el absurdo y terminó afectando a socios internacionales como Bet365. Algunos usuarios en redes sociales opinaron que “esos ingleses dueños de casinos no creo que sean finas personas y menos siendo socios de Salinas Pliego”.
La Unidad de Inteligencia Financiera bloqueó cuentas de manera unilateral, alegando una supuesta investigación conjunta con Estados Unidos que nunca existió. Ninguna plataforma de apuestas del Grupo Salinas ni Bet365 había sido señalada por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN). El juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa ordenó levantar la inhabilitación, dejando en evidencia que la acción oficial carecía de sustento.
Aun así, la UIF prolongó el bloqueo con otro amparo, arrastrando incluso a la presidenta Claudia Sheinbaum y dañando la credibilidad del gobierno mexicano. En su afán de perjudicar a Salinas Pliego, el Estado terminó golpeando a Bet365, un socio internacional de renombre, y exponiendo a México a un ridículo jurídico de alcance global.
El caso demuestra que la persecución contra Salinas Pliego se salió de control, dejando un saldo de errores y conflictos que el país ahora paga en el ámbito internacional.


