De la redacción
El Buen Tono
La temporada de los Kansas City Chiefs terminó por derrumbarse el fin de semana pasado, luego de quedar oficialmente fuera de los playoffs y confirmar una campaña marcada por derrotas, lesiones y falta de rumbo. El golpe final llegó ante los Tennessee Titans, un equipo que aprovechó a los Chiefs para romper una de las peores rachas de su historia reciente como local.
Kansas City no solo permitió que Titans pusiera fin a una seguidilla de 11 derrotas consecutivas en casa, sino que además perdió por segunda semana consecutiva a su quarterback titular por lesión. Tras la severa lesión de Patrick Mahomes, la responsabilidad cayó en Gardner Minshew, quien apenas pudo mantenerse en el campo durante algunas series ofensivas antes de salir por una lesión en la rodilla. Dentro del equipo existe preocupación por una posible ruptura de ligamentos cruzados, similar a la que dejó fuera a Mahomes.
El panorama fue aprovechado por Tennessee (3-12), que había perdido ocho de sus nueve partidos previos. Con el joven Cam Ward al mando, los Titans encontraron la fórmula para salir de la mala racha. Ward lanzó para 228 yardas y dos touchdowns, logró el mejor rating de su temporada con 122.3 y se convirtió en el novato con más yardas por pase en la historia de la franquicia, superando la marca de Marcus Mariota.
Tras la salida de Minshew, el debutante Chris Oladokun asumió el control de la ofensiva de los Chiefs, pero apenas logró conducir al equipo a tres goles de campo. Kansas City cerró el partido sin reacción y confirmó su cuarta derrota consecutiva.
Con marca de 6-9, los Chiefs están condenados a su primera temporada perdedora desde 2012, cerrando así un año para el olvido, marcado por las lesiones en la posición más importante y resultados que quedaron muy lejos de las expectativas.


