Agreden a ingeniera por deuda monetaria

Río Blanco.-  Una ingeniera química fue agredida por una mujer, que le provocó una herida en el pómulo del ojo derecho, esto debido a una deuda monetaria, el pasado lunes por la noche.

 

Mónica Rosas Monreal, de 31 años y con domicilio en la colonia Francisco I. Madero, de Río Blanco, acudió ante la Fiscalía Municipal, donde presentó cargos por el delito de lesiones y amenazas en contra de Irasema Melchor Salinas.

 

Hizo mención ante el fiscal investigador municipal, que ella tuvo una apuración económica, por lo que tuvo que pedirle 1 mil 500 pesos a una ex compañera de trabajo, quien tiene su domicilio en la colonia Los Pinos, por la amistad que existía entre ellas.

 

Hace dos semanas, Irasema acudió a la casa de la profesionista, indicándole que debía de pagarle los mil pesos que todavía le debía, en una sola exposición, porque iba a necesitar el dinero.

 

La hoy agraviada, indicó que le dijo a su “amiga” que le podía entregar 500 y luego el resto, pues tenía poco dinero y le era imposible solventar la deuda en su totalidad.

 

La mujer, muy molesta se retiró de la vivienda, sin dar explicación alguna, por lo que Mónica no la volvió a ver.

 

El lunes alrededor de las 19:20 horas, Mónica venía llegando a su domicilio y a escasos 50 metros fue interceptada por Irasema, quien sin más le jaló del pelo y la golpeó en el rostro, señalándole que le devolviera su dinero.

 

Luego, le expuso que ella se lo había prestado por la amistad que tenían, pero que no pensaba que se fuera dilatar tanto en pagarlo, situación que no comprendió Mónica, pues de que le dio el dinero sólo han pasado dos meses.

 

La química comenzó a sentir cómo corrió la sangre por el rostro, pero fue hasta que arribó a su domicilio que constató que de un “arañazo” con la mano, le había provocado una herida en el pómulo.

 

Luego de la artera agresión, la mujer se retiró a toda velocidad, posiblemente con rumbo a su domicilio, en tanto Mónica corrió a su domicilio, donde, su madre la llevó a un sanatorio particular, para que le atendieran de los golpes recibidos y posteriormente acudir a denunciar la agresión.