


C. Mendoza.- A 62 años de que mil 767 trabajadores de la ex fábrica Civsa conformaron en 1953 la Asociación Civil de Jubilados, A.C., Santa Rosa, y se hicieron socios para adquirir más de 10 propiedades que le dieron auge a Ciudad Mendoza, el conflicto laboral sin solución y la disputa entre los grupos de ex obreros disidentes han ocasionado que mueran en la esperanza de recuperar lo que aseguran les pertenece. A la fecha únicamente sobreviven 60 de ellos.
“Nadie sabe para quién trabaja”, es la expresión de los jubilados de la fábrica Civsa que por todos los medios han logrado sobrevivir, mientras observan con impotencia cómo las propiedades que les costaron, en ese entonces, un bono de 100 pesos y el cinco por ciento de su salario semanal durante 15 años, son explotadas en beneficio de los seguidores del comisionado especial.
Los campos deportivos Esfuerzo Obrero, Martínez y Rincón de las Doncellas, las instalaciones de la ex maternidad que ocupa la Facultad de Medicina, el inmueble de la Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica de la UV y el salón Venus Rey que es alquilado para eventos sociales, indicó el presidente de la Unión de Jubilados, Raúl Alducin Carrasco, son algunas de las propiedades que no han podido recuperar.
Fermín Alvarado Cepeda, de 85 años, quien trabajó durante 43 años en la factoría de la cual se jubiló desde 1990, manifestó que a pesar de haber aportado para la construcción de los inmuebles que le dieron vida al municipio, en la actualidad los jubilados no reciben ninguna retribución económica o rendición de cuenta de los administradores.
Con las acciones del comisionado especial de Civsa, José Torres Serrano, quien renta y entrega en comodato a instituciones los bienes que, dijo, son de los jubilados, se ven afectados los pocos adultos mayores, la mayoría enfermos, sobrevivientes del movimiento obrero que no han visto el fruto de su vida como obreros.


