


Córdoba.- El Heroico Cuerpo de Bomberos de Córdoba, está lejos de dejar de ser el negocio familiar de los Aíza. Desde el pasado mes de marzo, con la renuncia del presidente del Patronato, Fernando Tress Aíza, quien tras 15 años de labor abandonó “el barco”, ante las anomalías e inconsistencias que se detectaron y salieron a la luz pública, esta asociación civil se mantiene bajo la completa dirección de los integrantes de este clan.
Aunque se habló de la emisión de una convocatoria abierta para lograr la inclusión de la sociedad interesada, ésta cambió de giro y se hizo a nivel reservado. El Mayor, Abraham Aíza Ávalos, quien ha manejado la corporación desde 1974, asegura “no hay gente que guste trabajar de forma altruista”, dando paso a “otras prioridades”.
Ante la falta de un órgano directivo que regule y supervise el uso y destino de los recursos que ingresan a las arcas de Bomberos de Córdoba, es difícil conocer las condiciones en las que se opera. El hablar de “números negros” no es una garantía, puesto que Bomberos ha servido para mantener los lujos y gustos de las hijas del Mayor, como sucede con Elvia Aíza, quien inclusive manejó durante varios años la empresa “Transporta Agua”, dedicada a la venta del vital líquido.
En el marco de la celebración del Día del Bombero, los 56 elementos —en su totalidad del municipio— entre oficiales, cadetes, bomberos y operadores, se reunieron para con un desayuno festejar su labor como voluntarios, pues sólo cinco elementos reciben un salario del Ayuntamiento de Córdoba.
El resto se dedica a hacer trabajos de herrería, pintura, mecánica para solventar sus gastos y las necesidades de sus familias. Aún sin apoyo económico los voluntarios cumplen con sus guardias de rigor, una noche por semana, en caso de contingencia también deben responder a la mayor brevedad posible.
Las herramientas de trabajo son escasas, hace falta equipo autónomo y el diésel para atender a los llamados. En ocasiones el propio voluntariado se ha visto en la necesidad de cooperar para la compra del combustible.
En la colecta anual del 2014 se estima ingresaron más de 800 mil pesos, mismos que en lugar de emplearse para la renovación de las instalaciones, el pago de los aguinaldos y la compra de equipo, sirvieron para solventar los gastos y caprichos de la familia Aíza.
La municipalización de Bomberos ha sido una de las demandas que se han hecho desde hace más de una década, a fin de que al dejar de ser administrados por particulares exista claridad y mejoren las condiciones de los voluntarios y de los jóvenes y niños que colaboran en las labores, que aún ven en ésta, una institución honorable.
Pese a ello el tema para el Mayor, “se trata de una situación de rumores”, al dejar en claro no hay ni la mínima intención por abandonar lo que hasta este día ha sido su “mina de oro”.


