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Les va mal a comerciantes

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Orizaba.- Expendedores de comida que desde hace años están asentados en el balneario Ojo de Agua, se quejan porque con la temporada de lluvias sus ventas registraron un descenso considerable, aunque en días pasados en los que el calor se dejó sentir con  intensidad tuvieron ganancias.

Asimismo, quienes se dedican a la renta de lanchas inflables y cámaras de llanta que son utilizadas como salvavidas, sufren las consecuencias de los aguaceros, mismos que provocaron que el flujo de turistas tanto locales, como nacionales y extranjeros, disminuyera a tal grado que en estos últimos días no han obtenido beneficios.

Martín Ariza Huerta, comerciante, señaló que quienes tienen sus fuentes de trabajo en ese lugar pensaron que la temporada de calor sería muy buena, pero se vio interrumpida con la llegada a destiempo de las lluvias, lo que no permite que la gente salga de sus casas ni mucho menos que les den ganas de nadar o andar al aire libre, y esa situación les está provocando problemas y pérdidas económicas.

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