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El Nacimiento, una belleza natural

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Amatlán.- Un sitio sagrado para los antiguos Totonacas habitantes del lugar, en el cual ofrecían sacrificios a Tlaloc para las buenas cosecha.

 

El río tiene una coloración turquesa debido a los sedimentos que arrastra del interior del cerro, y existe una cueva en donde al acceder a ella podemos presenciar el espectáculo del río subterráneo que corre a través de las piedras del lugar. 

 

El nacimiento del río Atoyac, ubicado en la comunidad de Ojo de Agua en Paraje Nuevo del municipio de Amatlán de los Reyes, es un paraíso en el que entre cada roca y cada centímetro cúbico de agua que viaja a través del caudal, desprenden magia y dan placer a quienes visitan este hermoso lugar, que es acechado por empresas privadas que quieren el agua de la zona.

 

Este atractivo turístico fue venerado por civilizaciones antiguas, y es en él en donde se ofrecían sacrificios para la prosperidad y la abundancia, según cuentan algunos lugareños que mencionan que en el agua de color azul datan historias que, si hablara, nos darían extraordinarias enseñanzas.

 

El recorrido cuenta en su interior con una cueva en donde se encierra un río subterráneo que se esconde entre las piedras del lugar, el cual atraviesa con los límites con el municipio de Atoyac.

 

Su clima húmedo y cálido hace de este lugar el ideal para acampar, hacer recorridos a pie, en balsa, e incluso es utilizado por grupos de ambientalistas para realizar ritos fantásticos como el “Canto al Agua”, interesante actividad para la preservación del lugar.

 

“Soy el Tecolotito que canta por la mañana, tecuri, tu-cu-tu, tecuri tecuri”; son algunos cantos ofrecidos al agua del río Atoyac, entonados por habitantes de la región.

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