

Córdoba.- Para los agremiados al Sindicato de Trabajadores de la Música, Sección 123-CTM, en este su día no hay nada que celebrar, pese a todo, realizarán a las 12:00 horas una misa de acción de gracias.
El Sindicato, cuenta únicamente con 28 agremiados, lo que representaría a 15 grupos musicales aproximadamente, sin embargo, la ciudad podría tener más de 500 agrupaciones entre tecladistas, mariachis, norteños y conjuntos, con estos últimos, los representantes sindicales, dicen ser tolerantes, pues “no queremos perjudicarlos en sus fuentes de trabajo, ni en el sostenimiento de su grupo”, dijo.
Nostálgicos, José Luis Hernández Lozano y Fernando Sánchez Sánchez, secretario general y de Organización y Estadística, respectivamente, recuerdan cuando años antes tenían contratos colectivos en hoteles, centros nocturnos y sociales, que les permitía tener un sueldo base con prestaciones de ley y solvencia económica para sostén de su grupo; al paso de los años, este beneficio se terminó y hoy sólo sobreviven los “grupos del candelero”.
Y es que Hernández Lozano, aseguró que tener un grupo actualmente es un hobbie, pues ya no da “ni para comer siquiera”; hay conjuntos que cobran desde siete, ocho, 10 y hasta 30 mil pesos por tocar en un evento particular, son los llamados, “grupos pasteleros”, aunque los líderes sindicales aseguran que los hay también quienes con un equipo más austero y menor cantidad de elementos, llegan a cobrar desde los mil 500 hasta los 3 mil pesos.
Y si se trata de su salario, los músicos sindicalizados o libres, ganan de 500 a 600 pesos por cinco horas de trabajo, dependiendo del lugar a donde toquen, “por ejemplo, los grupos que trabajan en los llamados antros, discos o bares, abaratan su trabajo, pues llega a recibir cada filarmonico, hasta 100 pesos por siete horas o más de trabajo, pero al no haber de otra, le atoran, pues fuera de estos lugares, un grupo si bien le va, tiene una tocada a la quincena sino es que al mes”, expresó Jose Luis Hernández Lozano.
En virtud de este descontrol de cantidades que se les paga a los grupos musicales, el Sindicato quiso formalizar un tabulador, pero ni sus agremiados y mucho menos quienes no lo son, quisieron hacer uso de él y darlo como válido.
