


Ciudad Mendoza.- Las oportunidades de trabajo en la región para personas invidentes son casi nulas, pues de los 30 integrantes de la Asociación de Ciegos y Débiles Visuales, “Mira Por Mi”, sólo tres han tenido la oportunidad de lograr un trabajo temporal de acuerdo a sus posibilidades.
Iván Cortés Gómez, presidente de la agrupación, señaló que la principal limitante para que este sector de la población desempeñe alguna labor, es que los patrones de las empresas los rechazan porque dudan del resto de sus capacidades o de sus conocimientos y por lo tanto, los discriminan.
Lo más grave, apuntó que también el hecho de que la misma familia de un invidente lo sobreprotege y no le dan la oportunidad de que se desenvuelva profesionalmente o en un oficio para valerse por sí mismo.
“En su afán de cuidar a sus familiares invidentes o con algún problema, lo peor que puede hacer la familia es sobreprotegerlo y no llevarlo a una escuela especial o mixta para que conozca lo básico y se prepare. Puede que haya una vacante en alguna empresa, pero la pregunta es ¿qué sabemos y que podemos ofrecer para convencer que somos útiles”? expresó.
También destacó que aunque las personas no pueden ver, desarrollan otras capacidades suficientes para ocupar puestos de menor grado en Ayuntamientos, dependencias de Gobierno o empresas; sin embargo, dijo, la única opción que tienen para obtener algunos ingresos es vender algún producto en las calles o pedir monedas apelando a la buena voluntad de la gente.
Por último, Cortés Gómez lamentó que la falta de oportunidades de trabajo es en general para todas las personas que padecen alguna discapacidad intelectual, motriz o auditiva; pero son los débiles visuales quienes más están en el abandono.


