Orizaba.- Unas 70 personas del colectivo Padres de Desaparecidos, instalaron ayer por la mañana lonas y pancartas afuera de Mier y Pesado, preparando una marcha pacífica por la calle Real para terminarla en el parque Apolinar Castillo, haciendo un pronunciamiento para erradicar la burocracia existente en la Fiscalía del Estado respecto a las investigaciones.
Cerca de las 11:00 horas iniciaron la caminata, algunos prepararon bolillos, otros agua y alguien más cooperó con dulces para soportar el calor y la distancia, tiempo en el que lanzaron consignas contra las autoridades y pidieron el regreso de sus familiares, con apoyo de organizaciones civiles y personas altruistas que se han unido a las búsquedas.
Silverio Trinidad, padre de Jonatan, desaparecido hace dos años cuando se dirigía a trabajar a una frutería en Ciudad Mendoza, lamentó la lentitud de los casos y recordó los trágicos momentos que lo han llevado a escarbar en zonas incluso áridas, con la esperanza de encontrar restos de su ser querido.
“Vivimos momentos de angustia que para muchos son molestos, porque después de tantos años nos preguntan para qué, pero no saben el dolor que provoca no ir a rezar a una tumba o dejar de verlo de un momento a otro, pensando qué sería de él y de los familiares, para nosotros no están muertos y algún día nos volveremos a encontrar, incluso en la otra vida”, dijo quien portaba la camiseta con la foto de Jonatan.
Marisela Orozco, otra de las afectadas, originaria de Medellín; sigue viviendo el trauma de un secuestro de su hijo de 19 años, estudiante de arquitectura; y el asesinato de otro, jugador de la tercera división de los Tiburones Rojos del Veracruz, quien en compañía de su primo logró dar por investigaciones personales con la casa de seguridad donde se encontraba el plagiado y fueron rafagueados.
Así, padres, madres y hermanos pidiendo justicia y al final se instalaron en el parque Castillo, donde pasaron lista a sus desaparecidos para después ir al Palacio municipal, donde fueron atendidos por el director de Gobernación, Ramón Herebia, quien se comprometió a recibirlos cuando lo requirieran, aunque por algunos instantes el encuentro fue ríspido, finalmente, hubo un acercamiento cordial.
