

Orizaba.- La conciliación y el diálogo serán fundamentales para dar solución a la demanda de los estudiantes y adultos mayores, porque también deben ser considerados los derechos que tienen los ciudadanos y los argumentos que tengan los transportistas, para buscar que haya un incremento tarifario, expresó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
“Nosotros sabemos que hay sectores sociales vulnerables, económicamente hablando, las personas mayores, los pensionados y los estudiantes, yo creo que la mayoría de nosotros pasó por esa época, cuando vas a la escuela tienes el capital reducido, se depende de los padres y por ahí podría haber una sensibilidad social hacia estos grupos vulnerables”.
Explicó que hay situaciones precarias en las que viven algunos, pero que debe haber un equilibrio, un diálogo en la defensa de los derechos, porque los estudiantes y las personas de la tercera edad, tienen todo el derecho de manifestarse para sensibilizar a los grupos de los cuales se busca los descuentos.
Pero también abundó que los otros ciudadanos tienen derecho a la libre circulación, entonces se debe ser sensible de parte de los jóvenes hacia este derecho de otra parte de la población, sin dejar a un lado que también los transportistas tienen sus propios argumentos, que merecen ser escuchados.
“Se entiende que los transportistas tienen gastos excesivos por el alza del precio de los insumos, el alza del dólar, pero se puede ponderar el diálogo y llegar a un entendimiento con los grupos que piden descuento”.
Subrayó que no se puede dejar a un lado el hecho de que son generadores de fuentes de empleo, ya que no sólo son los operadores, sino los despachadores y también representa pérdidas en cada uno de esos hogares.
Por cuanto hace a la reflexión dominical, durante la Eucaristía presidida por el Obispo Eduardo Cervantes Merino, expresó que todos los fieles están llamados a ser siervos de Dios, a acrecentar la espiritualidad, ya que la fe verdadera transforma y se debe ayudar a los demás a ser mejores personas con nuestra propia forma de vida, para poderlas estimular a que también lo hagan.
