

POR: Ciro Di Costanzo / COLUMNISTA
México es un País con enormes desafíos. A la inseguridad, se suma la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, la corrupción y la falta de educación generalizada.
En enero entra a gobernar a nuestro indispensable vecino del Norte alguien que nos es hostil. Y nos plantea otro frente que supone un reto formidable.
En términos generales, no tenemos tiempo que perder.
Pero lo estamos haciendo, en puras vergüenzas.
APERITIVO: LUIS MIRANDA
Teniendo tantos desafíos, destaco el de la pobreza. Para combatir ésta que lacera a nuestro País, hay un responsable: El Secretario de Desarrollo Social.
Dicho ministro tiene una tarea titánica y estratégica. Combatir la pobreza, elevar el nivel de vida de los mexicanos más desfavorecidos, erradicar el hambre y encabezar los esfuerzos para el desarrollo de nuestra sociedad. Sí, el Desarollo Social.
No obstante, esta semana vimos algo más que el rostro de la persona a quien le fue encomendada esta delicada y muy seria misión.
Esta persona es el titular de la Secretaría, Luis Miranda Nava. Es, de hecho, uno de los hombres más cercanos al presidente Enrique Peña, jefe de Estado de nuestro País. Es, para acabar pronto, el PCN, es decir, el Primer Compadre de la Nación.
Resulta que el Secretario acude a comparecer a la Cámara de Diputados, que son, sea como sea, los representantes populares en una democracia representativa como la nuestra.
Para empezar, la comparecencia del titular de Sedesol fue, por decir lo menos, cantinflesca, tal y como se muestra en una serie de videos disponibles al respecto.
El encargado de elaborar políticas públicas para combatir la pobreza y desarrollar a nuestra sociedad, estimó, sin pestañear, que los capitalinos tuvimos una expectativa de vida de 7.3 (¿moríamos en la infancia?) o que los chiapanecos de 66… por ciento ¿Por ciento?
Pues es así como lo expresó. El punto es que claramente no tenía la menor idea de lo que estaba hablando.
La diputada Araceli Damián, presidenta de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara baja, experta en el tema de la pobreza, se lo hizo saber al Secretario en su comparecencia.
“Necesita estudiar más, porque no tiene claro los conceptos”, lo cual, para los presentes, era evidente. Es cierto que es una llamada de atención que es, en términos generales, para lo que van a la Cámara: Exponer para la consideración de los legisladores.
La diputada expresó, sin groserías, justamente eso, una consideración legítima: Necesita estudiar más.
No obstante, el titular de una de las carteras más sensibles respondió no sólo enojado, sino rematando con una majadería soez: “Sí me falta estudiar, pero no estudié psiquiatría para entenderla a usted”, espetó.
No me rasgo las vestiduras, pero ¿era necesario insultar? Es cierto que los debates parlamentarios pueden ser ríspidos, pero claramente no es una respuesta de un Secretario de Estado a una Legisladora.
Vergüenzas prenavideñas.
PIATTO FORTE: Luis Miranda 2
Supongamos entonces que se ofuscó. Somos seres humanos. El tema no es sólo el insulto o la incapacidad de un secretario de Estado de procesar, sin sobresaltos, un cuestionamiento normal en una comparecencia legislativa que, en general, para eso es.
Lo grave está en otro lado. En primer lugar, tener un Secretario que no sabe del tema que encabeza. Sobre todo si el tema es tan delicado y lacerante como el combate a la pobreza, como erradicar el hambre.
No podemos tener a alguien que no sólo NO tiene idea, sino tampoco vocación.
En segundo lugar, que el responsable de combatir el hambre y la pobreza sea un probado operador electoral, me parece grave, ya que nos hace suponer que si no está ahí por conocimiento o vocación, entonces está en esa cartera presumiblemente para impulsar el voto con ingentes recursos del Estado, que son de todos los mexicanos.
Vergüenzas prenavideñas.
DOLCE: CAFÉ Y CHOCOLATE CALIENTE
Sí, del mero Oaxaca. Porque las vergüenzas, con chocolate oaxaqueño, son menos.
