

Ciudad del Vaticano.- Los dos papas que conviven en la Ciudad del Vaticano, Francisco y el emérito Benedicto XVI, volvieron ayer viernes a abrazarse públicamente durante la inauguración de una estatua del arcángel San Miguel en los jardines vaticanos.
Para esta ceremonia en la que también se consagraba (dedicaba) el Estado pontificio a San José y San Miguel, el papa Francisco había expresamente invitado a Benedicto XVI.
El acto que se celebró a las 8:45 hora italiana (6:45 GMT) en la plaza ante el “Governatorato”, sede del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, y allí Joseph Ratzinger esperó la llegada de Francisco, quien fue inmediatamente a saludarle y abrazarle y estuvieron juntos durante toda la ceremonia.
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