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Del bullying al Mundial

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Sidney.- Cambiar burlas y represalias por aplausos, adjudicarse la titularidad en el América y ser campeón del futbol mexicano, es la cristalización del máximo anhelo para futbolistas, pero, Miguel Layún tiene un sueño todavía mucho más profundo.

Despojado del traje de “villano favorito” azulcrema, el cordobés siempre deseó formar parte de la Selección Nacional y jugar, al menos, una Copa del Mundo. Hoy se siente más cerca que nunca de lograr su cometido.

“Siempre lo dije… Y no de dientes para afuera”, sentencia el defensa en amena charla. “Estoy realmente convencido de que me veo en Brasil desde el transcurso del torneo. Si tenía una oportunidad en Selección iba a hacer todo para tratar de estar en Brasil. No hay que apresurarnos, se han hecho bien las cosas, me estoy matando para poder estar ahí y el esfuerzo es diario… Ojalá que las cosas se den así y pueda estar en el Mundial”.

Más allá de que el actual timonel tricolor es justamente ese hombre que le tiene fe desde que descendieron juntos con los Tiburones Rojos (Clausura 2008), Layún fue llamado por José Manuel de la Torre y Víctor Manuel Vucetich al equipo nacional. 

Todo comenzó en la Copa de Oro, certamen del que no salió tan manchado, pese al fracaso, debido al temple mostrado.

Está convencido de que lo hará, porque se trata de un hombre para el que no hay imposibles. Era el “villano favorito” de la afición americanista. Hoy, uno de sus principales motivos de orgullo.

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