


Coahuila.- Ocho personas perdieron la vida, entre ellas el periodista Antonio Dávila Campos, luego de que el avión en el que viajaban se desplomó en las cercanías del aeropuerto Plan de Guadalupe de Ramos Arizpe.
Además del comunicador resultaron muertos su esposa, Irma López de Dávila, Alejandro Dávila López, de 10 años de edad e hijo del matrimonio; Paulina Facio, amiga de la familia y quien era la secretaria particular de la presidenta del DIF de Saltillo, Lourdes Naranjo de López; así como el matrimonio compuesto por Martha Elena González de Loera y Daniel Gerardo Loera, quienes eran socios del comunicador y su esposa en un negocio de muebles.
Alfonso Andrés Remond Ebergenyi, piloto de la nave, e Israel Cabrera Hernández, copiloto, también encontraron la muerte en el jet Hawker 800 de 8 plazas, matrícula XA-UKR, propiedad del empresario coahuilense Armando Guadiana Tijerina y que despegó de Cozumel, Quintana Roo, con destino a Ramos Arizpe.
Se dio a conocer que el accidente pudo haber sido ocasionado por la falta de visibilidad debido a un banco de niebla, aunque fuentes extraoficiales manifestaron que el piloto recibió la advertencia de que el aeropuerto estaba con los mínimos para aterrizar, realizó varios intentos y sobrevino la tragedia. Serán las autoridades las que determinen las verdaderas causas.
El incidente se reportó a las 19:50 horas en la calle Automotriz del Parque Industrial Pideco de Ramos Arizpe, lugar que fue acordonado y al que acudieron elementos de la Policía municipal, Bomberos y Protección Civil, también el Ministerio Público y elementos de las fuerzas castrenses.
Aunque en un inicio se especuló que el dueño de la nave también viajaba en la misma, luego se confirmó que no, y tampoco su esposa, Guadalupe Mandujano de Guadiana, ya que ambos habían permanecido en aquella región del país, donde vacacionó el grupo de amigos por varios días.
El avión despegó de la ciudad de Cozumel y tras el vuelo finalmente comenzaría las labores de aterrizaje, sin embargo a esa hora las condiciones no eran óptimas en la terminal de Ramos Arizpe; aún así el piloto hizo varios intentos hasta que no pudo controlar la nave y se produjo el accidente.
Al perder altura el jet en primera instancia alcanzó a rasgar la cortina metálica posterior de la empresa Pelzer de México S.A. de C.V., se incendió y terminó su viaje unos 100 metros más adelante, donde se impactó contra postes de la CFE.
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