


Córdoba.- De injusto calificaron los familiares de doña Amalia Alvarado, el lanzamiento del que ayer fueron objeto la mujer de 60 años y sus 10 hijos, luego de que personal de un Juzgado Civil, resguardado por policías, llegara a notificarles que tenían que desalojar la casa de madera y láminas, que horas después fue despedazada por una cuadrilla de trabajadores.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 16:00 horas de ayer, cuando un actuario y un secretario de un Juzgado Civil llegaron, junto con elementos de Seguridad Pública, a la vivienda ubicada en la avenida 12 bis, número 1817, entre calles 16 y 18, de la colonia Los Filtros, para notificarle a los ocupantes que tenían que salirse y sacar sus cosas.
Amalia Alvarado Contreras, de 60 años, junto con varios de sus 10 hijos, pidieron explicaciones, así como tiempo para poder buscar un lugar donde guardar sus muebles y pertenencias, y para poder vivir de momento, pero no hubo aplazamientos, ni detalles, por lo que la mujer cayó en crisis nerviosa y tuvo que ser asistida por sus familiares.
Un grupo de trabajadores empezaron a sacar las cosas, camas, roperos, mesas, sillas, tanques de gas, ropa, trastes de cocina, aparatos eléctricos, electrodomésticos, herramientas, y todo tipo de pertenencias, incluyendo imágenes religiosas, entre ellas un crucifijo. Luego, los trabajadores empezaron a tumbar las 3 casas de madera que había en el predio. A martillazos, iban despegando tablas y rehilos, hasta que desmantelaron la casa principal, y en pocos minutos le desprendieron el techo, ante la mirada de la mujer que se dijo propietaria.
Cerca de las 18:00 horas, la cuadrilla que también incluía algunos menores, junto con algunos de los afectados que se acercaban a recoger pertenencias, iban desmantelando otras 2 viviendas que había en la parte trasera del terreno. Un perro que yacía amarrado junto a un sanitario, fue liberado por sus dueños y de inmediato corrió hacia la calle, donde gran parte de los muebles desalojados bloqueaba el paso a vehículos y transeúntes.
“Fue una injusticia la que nos hicieron, todo fue por una tía que nos peleó el terreno, más bien es la cuñada de mi madre, porque se casó con un hermano de mi mamá, pero él ya murió y ahora ella es la que está peleando todo, cuando ni siquiera es de la familia y no tiene derecho, pero hizo una escritura falsa cuando estaban los municipales. Ella -la tía- no tiene nada que ver aquí, pero como pagaron para mover licenciados, y como tiene dinero, por eso compró a las autoridades”, dijo Maribel Hernández Alvarado, de 32 años, una de las hijas de la hasta ayer posesionaria del terreno.
Antonio Osorio
El Buen Tono


