
Esta vez a los propietarios de terminales de almacenamiento por las que se importan combustibles, principalmente gasolinas y diésel, el gobierno de México ha dado un duro golpe a la actividad de empresas privadas en hidrocarburos.
La Comisión Reguladora de Energía ha clausurado tres terminales en solo mes y medio, una en Hermosillo, otra en Puebla y una más en Tuxpan. Estas inversiones en terminales de almacenamiento en operación suman mil 500 millones de dólares.
