Córdoba.- “Me siento contento todavía, para seguir trabajando, con entusiasmo para seguir anunciando cual sea la voluntad de la iglesia y cual sea la voluntad de Dios”, expresó el presbítero Lino Larios Pastrana al cumplir 89 años de edad.
Qué mejor regalo que “seguir activo, estar vivo para servir a los demás”, dijo el sacerdote, quien con 58 años de servicio religioso, ayer ofició la misa en la que 20 niños hicieron el sacramento de la Comunión en la rectoría de Nuestra señora de La Merced, donde recibió el reconocimiento de la feligresía con aplausos, felicitaciones y escuchar la entonación de Las Mañanitas.
Cientos de abrazos, manifestaciones de cariño, buenos deseos, recibió el padre Lino, hasta su silla desde donde oficia la celebración, pues ya no puede sostenerse mucho tiempo en pie.
A pesar de ello, dijo que de salud se siente bien, “aunque los pies no me funcionan bien no es impedimento, mientras la cabeza funcione con eso estamos bien”, dijo en entrevista, con voz baja, pero con expresión alegre, “me entusiasmó mucho la misa de los niños”, lo cual le causó emoción y se le llenaron sus ojos de lágrimas.
BENDICE A EL BUEN TONO
Tras la breve entrevista envió la bendición a los medios impresos, entre ellos a El Buen Tono y a todos quienes laboran en el diario.
El párroco salió a la calle aledaña al templo, donde le organizaron un festejo, la comunidad de la colonia La Merced y las religiosas pertenecientes a la orden de las “Siervas de Nuestra Señora de la Soledad”, madre Alejandra Sánchez Loyo, Ricarda Juárez Ochoa y Manuela Hernández Molina, quienes le acompañan desde el 22 de diciembre de 1996.
Consomé de pollo, mole, tamañitos de frijol, arroz y aguas frescas, fue el menú que degustaron todos los que desearon quedarse después de la misa a festejar al padre Larios, mientras escuchaban canciones interpretadas por una rondalla.
Sofía Dorantes Chavez
El Buen Tono
