


México.- La propuesta de Peña Nieto de crear una Gendarmería Nacional para replegar a los militares a sus cuarteles acabó en mera intención.
Pospuesta una y otra vez por indefiniciones y discrepancias al interior del gabinete de seguridad, la idea de crear una gran corporación inspirada en experiencias internacionales terminó reducida a un apéndice de la cuestionada Policía Federal (PF).
La disputa entre civiles y militares por el control del que sería un nuevo cuerpo nacional de policía y la inoperancia de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) para echarlo a andar en el primer año y medio del gobierno de Peña Nieto trabaron la de por sí difícil creación de una corporación que a la larga se erigiría al margen de la PF como un cuerpo de policía militarizada encargado de lidiar con la inseguridad interna, como ocurre en Colombia, Chile, Francia e Italia, entre otros países.
El plan original de Peña Nieto de crear una Gendarmería Nacional se frustró ante la negativa del Ejército y la Marina de ceder el mando de sus hombres a un civil, aseguran allegados a las negociaciones. Cuando los militares se apartaron del proyecto original, el gobierno federal se vio obligado a crear una división de Gendarmería dentro de la PF.
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