


Cinco años y la mayor crisis económica global no concluye, no se encuentra el final del túnel. Simplemente se alargan los tiempos en los que el mundo se debate entre una lenta recuperación y una recaída general en la recesión. En Europa se salva el euro, pero no así los países en crisis que alcanzan ya a la tercera y cuarta economía de la zona euro: Italia y España. En Estados Unidos Obama y el Congreso logran un acuerdo para salvar el precipicio fiscal pero se avecinan negociaciones más duras, a partir el inicio del segundo mandato del presidente Barack Obama, en torno a la reducción del déficit presupuestal. China e India disminuirán su crecimiento y los países emergentes mantendrán un crecimiento
Si hubiera que definir en una palabra la perspectiva económica de 2013 habría que decir que el año estará marcado por la incertidumbre y que los dos focos rojos se encuentran en las políticas económicas de los países desarrollados, en Estados Unidos y en Europa. Cinco años y no se recupera el dinamismo de la economía, el crecimiento y el empleo. A pesar de que en la primera reunión del G20, del FMI y del BM cuando estalló la crisis, se dijo que ese era el objetivo y que se avanzaría en una senda de acuerdos de políticas económicas. Todos los países decían haber entendido la lección.
Y sin embargo, los dos grandes motores de la economía avanzaron por sendas diferentes. Estados Unidos rescató bancos, apoyó industrias —como la automotriz— que estaban al borde de la quiebra y a muchas otras que lo requerían para salir adelante, amplió la cobertura para los desempleados. El presidente Obama logró evitar que la economía se siguiera hundiendo: detuvo la caída. Para 2012 había logrado una lenta recuperación del crecimiento y del empleo. Europa siguió el camino que marcaron las “calificadoras”, el de la austeridad y hundimiento de las economías endeudadas.
En la semana que concluye, el paso dado con el acuerdo mayoritario del Congreso con la Casa Blanca. Fue un alivio para EU y para el mundo. El aumento del impuesto a quienes obtienen mas de 400/450 mil dólares al año y la ampliación del seguro de desempleo por un año más para alrededor de 2 millones de personas, así como mantener programas sociales evitó una contracción de alrededor de 5 puntos del PIB que habría llevado a una nueva recesión y a pérdidas de empleos que podrían haber rebasado una tasa de desempleo de 9 por ciento. La noche del 31 de diciembre el Senado votó abrumadoramente por esa salida provisional con 89 votos frente a 8. Le siguió la Cámara de Representantes encabezada por el ultra republicano John Boehner que votó SI al paquete.
Una pesadilla siquiera imaginar lo que una nueva recesión en EU hubiera significado para México, cuya economía tiene una elevada dependencia de la de EU. Es evidente que una recaída arrastraría al mundo entero.
La difícil e insostenible situación económica de diversos países de la zona euro, no encuentra la salida. Cae de una crisis a otra, de un alivio temporal que pospone pero no soluciona a otro. Por un lado estaría una situación económica con expansión limitada pero sostenible y por el otro a vuelta a la recesión de la que apenas logra asomar.
Ni en Europa, ni en EU los problemas hacia delante están resueltos. El presidente Obama enfrentará una batalla de grandes proporciones, estará sobre la mesa el debate en torno a la reducción del déficit presupuestal, el gasto de defensa y el gasto social, el papel del Estado en la recuperación y en un sistema de protección social universal del que carece la primera economía del mundo.


