

Orizaba.- Los operativos implementados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) preocupan a los empresarios y representantes de antros y bares de la ciudad, ante la inminente pérdida de por lo menos 400 empleos directos, ante la baja afluencia de clientes, quienes se muestran temerosos ante estos dispositivos sorpresa.
Los empresarios del ramo pidieron el respaldo de los tres órdenes de Gobierno, para que los operativos de la Policía Estatal y de la Sedena se lleven a cabo en forma, sin violencia ni amenazas.
Recordaron que el pasado fin de semana 10 patrullas de la SSP, dos de la Defensa Nacional y por lo menos tres más de las que no se les observaba logotipo alguno, realizaron un operativo en “Camaroninas”, “La Estación 33”, “Queen’s”, “Bucaneros”, “Bull Dog” y “Andén”, en donde causaron temor entre los usuarios y a algunos empleados los golpearon.
En una rueda de prensa, donde asistieron el representante de Grupo Zaimo, Jesús Armando Andrade; del “Bull Dog”, Carmen Rodríguez; José Manuel Cortés de “La Taberna”; Cristian Román de “Bucaneros” y “VM 58”; así como Nicolás Reyes Caudillo de “Kantala”, “Queens” y “Tres de Regla”, Javier Rojas de “Tumbao” y Víctor Ramos de “Shine”, los presentes expresaron su consternación.
“Los operativos son bienvenidos, no estamos en contra de ellos porque a nuestra clientela, que en su mayoría son jóvenes, le dan la seguridad de que nada les pasará mientras se divierten”, mencionaron a los medios presentes, pero dijeron que lo que piden es que no haya violencia, ni amenazas al personal que ahí labora, ni mucho menos a sus clientes.
Y es que, durante un dispositivo que se llevó a cabo en “Camaroninas”, misma que se prolongó durante más de una hora, los uniformados revisaron a los presentes, sin embargo lo hacían de forma violenta y con palabras altisonantes, mientras que a los empleados los amedrentaron para que no volvieran a trabajar.
Una situación similar se vivió en “Bucaneros” en donde los meseros fueron atacados a puñetazos, mientras que en “El Bull Dog”, el personal de vigilancia y el discjockey fueron cuestionados sobre sus clientes, horarios de trabajo y las ventas.
De este giro comercial nocturno dependen taxistas, vendedores de comida rápida, empresas distribuidoras de cerveza, licor y refresco, además de los más de 400 empleos directos que estarían en riesgo.
Los representantes de estos negocios piden que no se atente ni genere pánico entre los clientes, ni de los trabajadores.
GUILLERMO RAMOS T.
EL BUEN TONO
