


México.- El escándalo sigue girando en torno al presidente Enrique Peña Nieto. Ahora detona en el Estado Mayor Presidencial (EMP).
Uno de los involucrados en el caso de corrupción con la empresa estadunidense Bizjet durante el sexenio pasado, el general de brigada Crisanto García, permanece en el selecto grupo de militares encargado de la seguridad presidencial.
Al amparo del jefe del EMP, el general de brigada Roberto Francisco Miranda Moreno, Crisanto García es ahora subjefe de Logística, el tercer mando más importante en esa elitista unidad militar, responsable de la operación y el mantenimiento de las aeronaves a su cargo.
El general García es además responsable de la organización y protocolo de los eventos de la esposa del presidente.
Involucrado desde el gobierno de Vicente Fox en el transporte aéreo presidencial, el militar es señalado también como parte de una red de jefes y oficiales del EMP que durante el sexenio de Felipe Calderón hicieron negocios con autopartes de aviones y helicópteros y fraudes en los contratos de mantenimiento. Varios de ellos salieron con la llegada del nuevo gobierno, pero el general Crisanto García no sólo permaneció sino que mantiene aún el control del hangar presidencial.
De acuerdo con el Reglamento Interior del EMP, el jefe de esa unidad administrativa es quien le propone al presidente de la República la designación o remoción, entre otros, del subjefe de Logística. Apenas llegó Enrique Peña Nieto a Los Pinos, el general Roberto Miranda, jefe de seguridad, ratificó al general García.
Según la acusación penal en Estados Unidos, que se sigue en la Corte federal del Distrito Norte de Oklahoma, tanto la CGTAP como la Policía Federal y el gobierno de Sinaloa fueron sobornados por ejecutivos de Bizjet –compañía con sede en Tulsa, Oklahoma– para obtener contratos de mantenimiento, reparación y revisión de aeronaves.
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