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Invita la Iglesia a la austeridad

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Orizaba.- Comenzó el Adviento, tiempo de espera para el nacimiento de Dios en el corazón de los hombres y con ello el llamado de la Iglesia católica es de austeridad, solidaridad con los más necesitados, aun cuando se pudiera comprar algo muy caro, por solidaridad con la crisis nacional debiéramos no adquirirlo, advirtió el padre Helkyn Enríquez Báez, a nombre de la Diócesis de Orizaba.

El color del ornamento en los templos católicos así como la vestimenta del sacerdote dejan de ser verde, de tiempo ordinario, y ahora ya son púrpura. Esta es una invitación a los católicos para actuar con responsabilidad porque estamos en crisis social y económica. Sabemos que el crecimiento económico no es el que se había proyectado, estamos en el 1.1% y se esperaba mayor.

Aún teniendo la oportunidad de adquirir algo caro, por solidaridad con los pobres, necesitados, marginados o los grupos vulnerables no deberíamos hacerlo. Al menos a los cristianos a eso nos invita el Adviento, a dar testimonio de austeridad y en ese sentido tendríamos que ser conscientes y ayudaría que en solidaridad con los demás actuemos: “aunque algunos tuvieran la oportunidad de adquirir, comprar o tener accesor a ciertos productos y servicios, creo que en solidaridad con los más pobres no lo tendrían que hacer si de verdad tienen una conciencia cristiana”.

Ante este impacto económico que se percibe en los bolsillos casi de todos, dijo el sacerdote que desde este primer Domingo de Adviento, cuando se enciende la primera de las cuatro velas de la Corona de Adviento, que es la de la esperanza, es muy propicio para meditar sobre nuestras distintas
realidades.

En los templos también hay un aire de austeridad, por ejemplo, a nivel litúrgico se suprime el canto del Gloria, se quita el incienso, la aspersión con agua bendita y otros signos que manifiestan alegría y gozo porque estamos en un tiempo de espera, de austeridad, nos encaminamos a la feliz espera del nacimiento del Hijo de Dios.

A propósito del encendido de las velas de la Corona de Adviento, el sacerdote recordó que en los pueblos paganos se encendían fogatas o antorchas al dios sol para iluminarse, pero también para pedir al dios sol que volviera pronto. Este signo se cristianizó, esperando la luz de Cristo durante cuatro semanas, mismo número de velas que se va encendiendo hasta llegada la Navidad.

Son tres velas color púrpura, que se usaban para dar la bienvenida a los Reyes o para reconocer la realeza y ahora el adorno púrpura litúrgico en los templos, significa la espera en torno a la venida de un Rey. El tercer domingo (Gaudete) de alegría porque se acerca la alegría.

En Adviento se anuncia la esperanza, preparación, disposición y alegría, actitudes que como nación nos va bien recuperarlas para contrarrestar el pesimismo, el miedo y la inseguridad que se persigue.

 

Matilde De los Santos

El Buen Tono

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