


Orizaba.- Mientras no haya algo que satisfaga la sed de justicia o no se aplique el verdadero ejercicio de ésta, se van a seguir generando conflictos. No se puede superar lo que no se ha solucionado y en el caso Ayotzinapa, que tuvo repercusiones internacionales, no se puede superar, como si fuera fácil sobreponerse a un evento de violencia como éste, no es la actitud pedir que se supere “no se puede mientras no haya una respuesta que satisfaga a los ambientes que ha interpelado, a la opinión pública internacional”, dijo.
En esos términos respondió a los reporteros el padre Helkyn Enríquez Báez, cuando a nombre de la Diócesis de Orizaba, le pidieron su punto de vista sobre el hallazgo de restos presuntamente de un normalista de Ayotzinapa, Guerrero y la postura del Presidente Enrique Peña Nieto, quien llama a superar este caso.
Puso como ejemplo un conflicto familiar que cuando no tiene mucha importancia se supera, pero cuando sí la tiene, hay que atenderlo, enfrentarlo y resolverlo, y el de los normalistas de Guerrero no es un conflicto local o nacional, sino que ha tenido repercusiones
internacionalmente.
Este segundo domingo de Adviento, el sacerdote recordó que todo reino, familia o sociedad dividida va a la ruina, eso le pasó al pueblo de Israel y nos puede suceder cuando hay división, fragmentación, falta de diálogo o incapacidad de reconciliación, porque caeríamos en esclavitud.
Fue aquí cuando conectó el sufrimiento que origina la esclavitud, con aquel mensaje emitido por el Papa Francisco, cuando apunta a declaraciones de los líderes religiosos contra la esclavitud, que origina sufrimiento y tiene nuevas formas como es: la trata de personas, el trabajo forzado, la prostitución de menores de edad, la explotación de órganos, la eliminación de personas para la extracción de órganos que, aunque no se ha comprobado, pero se sabe existe.
Sobre ello, el sacerdote pidió hacer un examen de conciencia y sin ir tan lejos, se puede descubrir que hay mujeres explotadas sexualmente. El Papa invita en ese sentido a colaborar como sociedad e instituciones para evitar nuevas esclavitudes o aquella que subsiste cuando no se evitan esos problemas.
“Si no hacemos algo para evitar estas esclavitudes, tenemos que reconsiderar también una derrota social, porque no hemos logrado crear una estructura o institución que permita a estas personas liberarse de la situación en que viven”, dijo.
Matilde De los Santos
El Buen Tono


