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La llamada de Los Pinos

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Ocurrió el pasado 4 de febrero. Los cinco aspirantes del PRI al gobierno de Guerrero hacían antesala en las oficinas de César Camacho, ubicadas en Insurgentes Norte. Los habían citado a las diez y media de la mañana, y ya eran casi las doce.

La impaciencia empezaba a sentar sus reales. Les urgía conocer quién de ellos sería el “candidato de unidad” del tricolor en la convulsionada entidad.

Súbitamente apareció un subordinado de Camacho con una explicación del retraso. “El presidente (del PRI) espera una llamada de Los Pinos relacionada con Guerrero”, les dijo.

El hombre hizo una pregunta que puso a pensar en serio a los presentes: ¿El rector Saldaña no ha llegado?

Héctor Astudillo, Manuel Añorve, Cuauhtémoc Salgado, Mario Moreno y Héctor Apreza se miraron a los ojos. El rector de la Universidad de Guerrero no estaba allí, pero la pregunta del subalterno confirmaba la tentación de elegir a un externo como candidato a gobernador en la convulsionada entidad.

Javier Saldaña, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, era el gallo del exgobernador René Juárez, delegado regional del tricolor. El académico no es del PRI, no ha militado en el PRI, no ha hecho talacha por el PRI. Hacerlo candidato era lastimarlos no sólo a ellos, sino a la militancia.

El desconcierto se transformó en malestar cuando se dieron cuenta de que en la lista de invitados al cónclave de Insurgentes sí estaba el rector. Los encargados de la agenda cometieron la imprudencia de mostrarla.

No faltó entonces quien vinculara la anunciada llamada de Los Pinos con la decisión de hacer candidato a Saldaña. “¿Es el externo?”, preguntó, mordaz, uno de los aspirantes.

Testigos de la escena nos cuentan que uno de los más bravos era el diputado federal Manuel Añorve, hombre cercano a Manlio Fabio Beltrones. Antes de entrar a las oficinas de Camacho, había fijado públicamente su postura. “Si alguien quiere poner un externo, no lo voy a aceptar”, dijo.

En la dirigencia del partido percibieron el malestar. Hacer candidato a Saldaña implicaba una revuelta interna. Pensaron, ponderaron,
evaluaron y decidieron.

Ninguno de los aspirantes conoce el contenido de la conversación de Camacho con “Los Pinos”. Pero muchas horas después de haberlos citado, el presidente del PRI les anunció que la opción externa había quedabo descartada y que el ungido era Héctor Astudillo.

La decisión fue aceptada por los cuatro que quedaron fuera. Disciplina obliga. Manuel Añorve no fue la excepción. “Me siento satisfecho por la designación de Héctor Astudillo. Es ejemplo de militancia” .

        

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