
Ciudad de México, jueves. En una controvertida pero contundente sesión, la Cámara de Senadores aprobó este jueves en comisiones unidas la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, una iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Con 29 votos a favor y 9 en contra, la propuesta avanza en medio de un fuerte debate político y críticas desde la oposición.
La reforma tiene como objetivo modificar el uso del espectro radioeléctrico, los recursos satelitales y prohibir la propaganda extranjera en medios nacionales. Según el Ejecutivo, esta medida surge como respuesta a la reciente circulación de contenido mediático extranjero —principalmente de origen estadounidense— que difunde mensajes negativos hacia la comunidad migrante.
La iniciativa fue aprobada bajo el esquema de fast track, una decisión que encendió los ánimos de la bancada opositora. El senador panista Ricardo Anaya lanzó duras críticas al proceso legislativo, denunciando la falta de análisis del dictamen.
“Esta sesión es el cinismo en su máxima expresión. Esta ley de 226 páginas se publicó anoche y ya la quieren votar sin haberla leído”, expresó Anaya, visiblemente molesto.
En contraste, la senadora del Partido del Trabajo, Lizeth García, celebró la aprobación y respaldó la postura presidencial.
“La televisión, la radio, la prensa, las redes sociales… tienen un poder inmenso. El Estado tiene la obligación de actuar cuando ese poder se utiliza para sembrar odio o dividir al pueblo”, afirmó.
El avance de esta reforma pone sobre la mesa un nuevo capítulo en la discusión sobre el control de contenidos mediáticos y la soberanía comunicacional, enfrentando nuevamente a oficialismo y oposición en una lucha por definir los límites de la libertad de expresión y la influencia extranjera en los medios.
