
Veracruz.- El 3 de mayo se celebra en México el Día de la Santa Cruz, una tradición que entrelaza la fe cristiana con el oficio de la construcción. Durante esta fecha, albañiles colocan una cruz adornada en la parte más alta de las obras como símbolo de protección divina y orgullo por su labor. El origen de esta costumbre se remonta al hallazgo de la cruz en la que murió Jesucristo, atribuido a Santa Elena, madre del emperador Constantino, en el año 326 d.C.
Además del carácter religioso, esta celebración ha adquirido un valor cultural y laboral. En muchas obras, la colocación de la cruz va acompañada de misas, bendiciones, convivios y comidas entre trabajadores y empleadores, destacando la importancia del trabajo de los albañiles en la sociedad. Los adornos de las cruces —flores, papel de colores, listones o imágenes religiosas— reflejan alegría, devoción y esperanza.
El Día de la Santa Cruz también muestra un sincretismo entre el catolicismo y tradiciones prehispánicas, especialmente en comunidades indígenas donde se relaciona con la fertilidad de la tierra y las cosechas. Así, esta festividad se convierte en una expresión de identidad, fe y reconocimiento al esfuerzo de quienes construyen el país, más allá de los ladrillos y el cemento.
