Río Blanco.- Desde hace ya un tiempo, personas de nivel socioeconómico medio, medio bajo y bajo, han venido denunciando que en el Hospital Regional de Río Blanco, algunos empleados que allí laboran no los tratan igual que a la gente pudiente.
Mientras las personas que provienen de la sierra y otros de la ciudad que son de escasos recursos, tienen que comer y en ocasiones hasta pernoctar en las afueras del nosocomio, quienes cuentan con recursos suficientes disfrutan de comodidades y trato preferencial dentro del mismo.
Esta modalidad de “trato preferencial”, es nombrada internamente como “trato distintivo”, argumenta una de las recepcionistas del lugar, el cual le cuesta al paciente mil 200 pesos por día, y la habitación cuenta con sillón reposet, televisión de plasma, regadera y comida tanto para el enfermo como para su acompañante, lujos que la gente de escasos recursos no puede pagar.
A decir de un empleado que allí labora, mismo que pidió omitir sus generales por miedo a represalias e incluso su despido, en las instalaciones del hospital hay dos cubículos reservados, uno para la alcaldesa de Río Blanco, Ángeles Martínez Martínez, y el otro para el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos.
De la misma manera, denuncia el desabasto de medicamentos, así como la omisión de atenciones para los pacientes, además de que uno de los médicos que atiende en el área de urgencias, no presta el servicio si no se le pagan 127 pesos, y en ocasiones cuando atiende al enfermo, lo retiene hasta que no le sea saldada
la deuda.
“Han llegado infinidad de personas con sus enfermos, y no los atienden por falta de recursos económicos, algunos los dejan internados, para salir y vender o empeñar lo poco que tienen y poder solventar los gastos que se les generan, comentó el empleado.
“En un hospital como este, se debe dar prioridad a la gente que menos tiene, y no andar lucrando con su necesidad, ya que no se trata de una institución particular sino pública, y eso de hacer distinción entre las personas no lo deben realizar, todos tienen que ser tratados de la misma manera, tengan o no influencias o algún poder político que los respalde, además, la norma de salud dice que un paciente que requiere ser atendido de urgencia, se le debe dar atención en cualquier hospital, sea particular o público, ya que la finalidad debe ser aliviarlo o hasta salvarle la vida, cosa que aquí no hacen”, continuó.
Agregó que dos médicos que allí atienden, una de apellido Aguirre y el otro que lleva por nombre Francisco Reyes, de manera prepotente y arbitraria han hecho caso omiso al trato digno hacia las personas que llegan pidiendo ser atendidas, y que mucha gente ha presentado quejas en su contra debido a esa situación, sin que hasta el momento la directora del hospital, Minerva Junco, tome cartas en el asunto para solucionar esta situación.
David Palacios
El Buen Tono
