
Una imagen generada por inteligencia artificial en la que aparece Donald Trump vestido como Papa ha incendiado las redes sociales y reabierto una pregunta curiosa pero legítima: ¿quién puede ser elegido como Sumo Pontífice?
Aunque parezca una broma o simple especulación virtual, lo cierto es que el Derecho Canónico —la ley que rige a la Iglesia católica— establece que cualquier varón bautizado en la fe católica podría, en teoría, ser elegido Papa. Sin embargo, entre la teoría y la práctica hay una distancia sagrada.
Los requisitos reales para ser Papa
De acuerdo con las normas vaticanas, los requisitos básicos para llegar al papado son:
- Ser varón (aunque no está escrito, la tradición lo exige).
- Haber sido bautizado en la fe católica.
- Ser elegido por el Colegio de Cardenales durante un Cónclave.
- Ser elegible para el episcopado: es decir, tener al menos 35 años y poseer un título en teología, sagrada Escritura o derecho canónico.
Si el elegido no es sacerdote, debe ser ordenado y consagrado obispo inmediatamente antes de asumir el cargo.
¿Quién elige al Papa?
La elección recae en los cardenales electores, miembros del Colegio Cardenalicio menores de 80 años. Actualmente hay 133 con derecho a voto. Estos “príncipes de la Iglesia” se reúnen en la Capilla Sixtina bajo estricto secreto para deliberar y votar.
Lejos de ser solo figuras religiosas, los cardenales son también parte del gobierno del Vaticano, muchos de ellos al frente de dicasterios —el equivalente a ministerios— o al frente de diócesis repartidas por todo el mundo.
¿Política en la Iglesia?
Sí. La creación de cardenales (no se les “nombra”, se les “crea”) refleja en muchos casos la visión política del Papa reinante. Francisco, por ejemplo, ha promovido a cardenales de regiones tradicionalmente ignoradas, rompiendo la centralidad europea de siglos.
Vestidos de rojo como los antiguos senadores romanos, los cardenales no solo simbolizan la sangre de Cristo, sino también el poder institucional de una de las organizaciones más antiguas del mundo.
