Córdoba.- En la catedral de la Inmaculada Concepción, la celebración eucarística fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, formalizando el inicio del periodo cuaresmal. Aunque cada hora realizaron imposiciones de ceniza, desde muy temprano los fieles abarrotaron los templos para ser partícipes de la ceremonia.
Monseñor, recordó a los presentes, es tiempo de gracia y reconversión en que se busca que todos los bautizados recuperen su vida cristiana.
Al ser un tiempo de 40 días, similar al lapso que pasó Jesús en el desierto para buscar el encuentro con Dios Padre, el Obispo asentó que como católicos es un tiempo de preparación para la Semana Santa, donde se renovarán las promesas del bautismo.
“Vamos a hacer una renovación espiritual desde el interior, pero que también esto se manifieste en acciones en cambios de vida, lo que es la conversión a Dios y brindar a los hermanos un testimonio alegre al evangelio”, dijo.
Llamó a los fieles a aprovechar la Cuaresma para hacer obras de piedad. Pensar en Dios y rectificar actitudes, principalmente, a través de la confesión permitiendo la renovación de la vida espiritual, mediante tres obras de piedad: la oración (que debe ser de corazón), obras de penitencia (tratamos de ser más austeros, por eso el ayuno y la abstinencia) y la caridad (sentido bíblico de la compasión).
“Ayudar a una hermano, visitar al enfermo, enseñar a leer, son maneras de ser caritativos y ejercer esta virtud del amor. Como diócesis hacemos este día una colecta que se dedica a los pobres y marginados, así como para quienes están en situaciones de desgracia o gente que no tiene el recurso de apoyar a sus familias”, explicó.
Al interior de los templos católicos los fieles vivieron al máximo su fe, a pesar de las bajas temperaturas arribaron en compañía de sus familias para recibir la ceniza, afirmaron se trata de una fecha muy importante pues se preparan para conmemorar la Pasión de Cristo.
Yessica MartÌnez Arguelles
El Buen Tono
