
China calificó como un “paso importante” el reinicio del diálogo comercial con Estados Unidos este fin de semana en Ginebra, marcando el primer encuentro de alto nivel desde que el expresidente Donald Trump desató una guerra arancelaria a escala global.
Las reuniones, que comenzaron el sábado en un lujoso chalet del representante permanente de Suiza ante la ONU, se llevan a cabo entre el vice primer ministro chino, He Lifeng, y los enviados estadounidenses Scott Bessent (secretario del Tesoro) y Jamieson Greer (representante de Comercio). La jornada inaugural concluyó a las 20:00 horas locales y se reanudará el domingo.
Según la agencia oficial Xinhua, el contacto suizo representa “un paso importante para promover la resolución del problema”, aunque no se revelaron detalles concretos sobre los avances.
Estas conversaciones llegan en un momento en el que Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, ha reforzado su política de presión con aranceles, inicialmente del 145% sobre productos chinos, aunque el viernes sugirió reducirlos simbólicamente al 80% como gesto previo a las negociaciones. China respondió con aranceles del 125%, en una escalada que ha paralizado el comercio bilateral y sacudido los mercados.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, celebró el encuentro como “un paso positivo y constructivo hacia la reducción de la escalada”. No obstante, advirtió que un desacoplamiento prolongado entre China y EE.UU., aunque solo represente el 3% del comercio mundial de mercancías, podría tener efectos graves para la economía global.
En un contexto simbólico, la presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, expresó su esperanza con un toque de humor: “El Espíritu Santo estuvo en Roma. Debemos esperar que ahora venga a Ginebra durante el fin de semana”.
Por su parte, el vice primer ministro chino He Lifeng llega con un respaldo positivo: en abril, las exportaciones chinas aumentaron un 8.1%, aunque las destinadas a EE.UU. cayeron casi un 18%. La Casa Blanca, sin embargo, ha dejado claro que no habrá rebajas arancelarias unilaterales sin concesiones por parte de Pekín.
Expertos como Bonnie Glaser y Lizzi Lee apuntan a posibles acuerdos provisionales que alivien tensiones sin resolver las diferencias de fondo, mientras que el académico Xu Bin teme que, incluso con reducciones, los aranceles sigan siendo demasiado altos para restaurar un comercio normal.
Las miradas del mundo se posan ahora en Ginebra, donde podría comenzar un nuevo capítulo en la compleja relación comercial entre las potencias.
