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Derrame de crudo en Paraíso, Tabasco, deja a cientos de pescadores en la ruina

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AGENCIA

Paraíso, Tabasco.- Un grave derrame de petróleo, presuntamente originado en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), ha provocado una crisis ambiental y social en las costas de este municipio tabasqueño, dejando a cientos de pescadores sin sustento. La contaminación ha devastado zonas clave de pesca y dañado redes, embarcaciones y ecosistemas marinos, mientras la respuesta institucional ha sido calificada como lenta e insuficiente por los afectados.

La riqueza petrolera de México vuelve a mostrar su rostro más amargo en la región. Los pescadores, cuya economía depende totalmente del mar, enfrentan la pérdida total de sus medios de vida. “Sufrimos pérdida total y ninguna autoridad se ha acercado”, denunciaron ante medios locales, entre ellos La Jornada, visiblemente molestos por lo que consideran una indiferencia oficial ante el desastre.

Aunque personal de Pemex y de la empresa Corsa continúan realizando labores de limpieza en las zonas contaminadas, no hay certeza sobre cuánto tiempo tomará restablecer la normalidad ni qué consecuencias ambientales a largo plazo dejará este siniestro.

Este derrame no es un caso aislado. Se suma a una serie de incidentes que han afectado distintas regiones del país en las últimas décadas, y que subrayan:

*La fragilidad ambiental de las zonas costeras ante la industria petrolera.

*El impacto económico y social sobre comunidades que viven de los recursos naturales.

*La falta de capacidad institucional para prevenir, mitigar y reparar con eficacia este tipo de emergencias.

El caso de paraíso representa un nuevo reto para las autoridades ambientales como Semarnat y Profepa, pero también para Pemex, que deberá responder no solo con acciones de limpieza, sino con mecanismos efectivos de compensación y restauración.

Consecuencias que podrían perdurar por años

Además de la pérdida económica inmediata, los efectos de un derrame de petróleo pueden durar mucho tiempo. La flora y fauna marina queda expuesta a hidrocarburos que pueden tardar años en degradarse. La salud de la población costera también podría verse afectada, ya sea por contacto directo con sustancias tóxicas o por el consumo de mariscos contaminados.

El riesgo de una crisis social también es latente: si no se atiende con responsabilidad y transparencia, el sentimiento de abandono y desprotección podría provocar mayores tensiones entre la comunidad y las autoridades.

Exigen respuestas y acciones contundentes

Mientras las labores de limpieza avanzan lentamente, los pescadores de Paraíso piden respuestas claras y apoyo inmediato. No solo para sobrellevar la emergencia actual, sino para garantizar que hechos como este no se repitan.

Este derrame vuelve a encender las alarmas sobre la necesidad urgente de reforzar los protocolos de seguridad industrial, así como de exigir mayores estándares de rendición de cuentas a la industria energética nacional.

¿Y quién va a pagar por este desastre ecológico? ¿A quién le van a cobrar las perdidas por la falta de ventas? ¿Quién se hará responsable e indemnizará como corresponde a los afectados?

Pero dice la Presidenta que se derramaron 20 barriles de petróleo, ¡como siempre están ocultando un desastre ecológico muy grande, disfruten lo votado!

Hacen más escándalo por delitos menores (contra la salud) como farmacias y pequeños negocios de zonas populares, que por este tipo de ecocidios. ¡Lo preocupante es la indiferencia de la gente!

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