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Así inicia León XIV su papado entre gestos simbólicos y llamados a la paz

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Con una misa multitudinaria al aire libre y gestos cargados de simbolismo, el papa León XIV fue investido oficialmente como el pontífice número 267 de la Iglesia católica, marcando el inicio de una nueva etapa en el Vaticano. Hasta 200 mil personas se congregaron para presenciar el emotivo acto, donde León XIV —antes conocido como Robert Prevost— tendió la mano a los sectores conservadores y prometió no gobernar como “un autócrata”.

Durante la ceremonia, León XIV visitó la tumba de San Pedro en las Grutas Vaticanas y recibió dos objetos cargados de significado: el palio, una faja de lana que representa su papel de pastor, y el anillo del Pescador, símbolo de su autoridad espiritual y vínculo con San Pedro, primer Papa. Este anillo, hecho en oro y exclusivo para cada pontífice, será destruido al final de su mandato.

En un sermón pronunciado en un italiano fluido, el nuevo Papa destacó su compromiso con los más de mil 400 millones de católicos del mundo y aseguró que continuará el legado de su predecesor, Francisco, en temas sociales como la lucha contra la pobreza y la defensa del medio ambiente. Sin embargo, dejó claro que su liderazgo buscará armonizar tradición y renovación: “Prometo preservar la rica herencia de la fe cristiana”, afirmó, haciendo eco del sentir de sectores que se sintieron marginados en años recientes.

León XIV repitió en su discurso las palabras “unidad” y “armonía”, y dejó en claro que su misión no será imponer, sino amar, “como hizo Jesús”. También abordó con firmeza los conflictos globales: calificó a Ucrania como un país “martirizado” y alertó sobre la crisis humanitaria en Gaza, donde “la población está siendo reducida a la inanición”. Hizo un llamado urgente a una “paz justa y duradera”.

La investidura contó con la presencia de 150 delegaciones internacionales, incluidos los reyes de España, los presidentes de Israel y Perú, líderes europeos y el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance. Posteriormente, el Papa sostuvo una reunión privada con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y su esposa.

México también tuvo un papel especial en esta jornada histórica. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, entregó al pontífice una carta de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, invitándolo formalmente a visitar el país. Al recibir la invitación, León XIV envió un saludo afectuoso al pueblo mexicano y a su presidenta, gesto que fue celebrado por el gobierno de México.

Rodríguez Velázquez expresó su confianza en que el nuevo Papa mantendrá una postura cercana a las personas migrantes y a las comunidades indígenas, al tiempo que deseó un papado exitoso y transformador.

Con una mezcla de humildad, firmeza y visión, León XIV ha iniciado su ministerio con una clara intención: reconciliar a la Iglesia con sus raíces y con el mundo actual, abriendo los brazos hacia un futuro de esperanza.

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