

La petrolera estatal mexicana, Pemex, atraviesa uno de sus momentos más críticos en años recientes, según su último informe entregado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). El reporte, que abarca del 1 de abril de 2024 al 31 de marzo de 2025, revela una profunda crisis financiera y operativa que pone en entredicho su viabilidad a corto plazo.
📉 Pérdidas millonarias y caída en producción
Durante el primer trimestre de 2025, Pemex registró una pérdida neta de 43 mil 329 millones de pesos, impulsada por una disminución del 11.3% en la producción de hidrocarburos y un descenso del 5% en el procesamiento de crudo. En total, las pérdidas acumuladas ascienden a 828 mil 599 millones de pesos.
💸 Deuda creciente y plazos cercanos
La situación es aún más alarmante al revisar la deuda total de la compañía, que se sitúa en 2 billones 53 mil millones de pesos, un aumento del 3.8% respecto al cierre de 2024. De esta cifra, más de 415 mil millones deberán ser pagados antes de que termine 2025.
Para enfrentar estos vencimientos, el gobierno federal ya ha otorgado un apoyo de 80 mil millones de pesos, bajo la administración de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, el futuro financiero de Pemex sigue siendo incierto, especialmente ante la falta de estrategias claras para contener la crisis.
🛢️ Refinación en picada
Uno de los indicadores más preocupantes es el margen variable de refinación, que cayó de 12.96 a solo 3.12 dólares por barril, una baja del 76% en tan solo tres meses. Esta caída refleja una baja eficiencia operativa y posibles problemas en las plantas de refinación, incluyendo la refinería Olmeca en Dos Bocas.
🔍 Pemex Transformación Industrial, la división más golpeada
La unidad más afectada fue Pemex Transformación Industrial (PTRI), encargada de las refinerías y de la producción de fertilizantes. Esta división acumuló pérdidas por 79 mil 513 millones de pesos, consolidándose como el principal foco rojo dentro de la empresa.
🔮 ¿Y ahora qué?
A pesar del oscuro panorama, Pemex no ha detallado nuevos planes de recuperación. Todo indica que su futuro inmediato dependerá del respaldo gubernamental y de las condiciones del mercado internacional de energía.
Con más de la mitad de su deuda venciendo en los próximos tres años y sin una estrategia de rescate clara a la vista, la petrolera mexicana enfrenta una encrucijada que podría definir su papel en el futuro energético del país.
