

Hawái vuelve a ser el centro de atención de la actividad volcánica mundial. El volcán Kilauea, uno de los más activos del planeta, entró en erupción nuevamente, provocando chorros de lava de hasta 300 metros de altura, según reportes del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
La actividad eruptiva actual comenzó el pasado 23 de diciembre de 2024, y desde entonces se han registrado 23 episodios explosivos, todos ellos marcados por la emisión de magma candente y gases tóxicos como dióxido de azufre y dióxido de carbono, elementos que pueden representar un riesgo para la salud tanto de residentes como de turistas.
El más reciente episodio ocurrió este domingo a las 16:15 horas, cuando se activó el respiradero norte del cráter Halemaʻumaʻu, epicentro de muchas de las erupciones del complejo volcánico. Las impresionantes imágenes de ríos de lava y fuentes de fuego natural han dado la vuelta al mundo.
⚠️ Salud bajo amenaza: gases tóxicos y actividad ininterrumpida
Aunque la mayoría de los episodios duran menos de 24 horas y están separados por varios días de calma, el riesgo persiste. Las autoridades han lanzado alertas sobre altos niveles de gases tóxicos en el aire, lo que podría afectar especialmente a personas con problemas respiratorios.
🌍 Un gigante en constante movimiento
El Kilauea es parte de un sistema de seis volcanes activos en Hawái, entre los que se encuentra el coloso Mauna Loa, el más grande del mundo. Sin embargo, el Kilauea destaca por su constancia: ha tenido una actividad eruptiva casi continua desde 1983, convirtiéndose en un espectáculo natural que atrae a miles de visitantes cada año.
Por ahora, las autoridades continúan monitoreando el volcán las 24 horas y emitiendo actualizaciones constantes. Se recomienda a los residentes y turistas mantenerse informados y seguir las indicaciones oficiales.
