

Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- El intenso calor que ha azotado la región de las Altas Montañas está complicando la situación en el campo agrícola, poniendo en riesgo cultivos que dependen casi exclusivamente de la temporalidad de las lluvias. La falta de aguaceros ha provocado serias alteraciones en los ciclos de siembra, afectando principalmente al maíz, la caña y el chayote.
Artemio Rodríguez Maceda, presidente del Comité Regional Campesino (CNC) de Orizaba, advirtió sobre el panorama y atribuyó estos cambios a las alteraciones climáticas.
“La naturaleza ya no tiene palabra, los ciclos están completamente distorsionados”, manifestó, enfatizando que los cambios en el patrón de lluvias ya se reflejan en la incertidumbre que viven los agricultores.
Según el dirigente, el calendario tradicional de siembras se ha visto afectado. Habitualmente, a partir del 15 de mayo, los primeros aguaceros permitían que se preparara la tierra para sembrar principalmente maíz. Sin embargo, en el presente año, la escasez de lluvias ha dejado a los agricultores en una posición incierta, limitando incluso el aprovechamiento del riego que se tiene en sectores estratégicos.
Para ilustrar la situación, puntualizó que sólo algunas áreas de la región, como los cañales y los cultivos de chayote en Ixtaczoquitlán y ciertas zonas de Acultzingo en el Puente Guadalupe, cuentan con riego. No obstante, esta agua es insuficiente para cubrir las necesidades de una tierra que, en más del 80% de su extensión, depende del temporal.
