

Kananaskis, Canadá – En un escenario marcado por la escalada de conflictos en Ucrania y Oriente Medio, los líderes del Grupo de los Siete (G7) iniciaron este lunes 16 de junio su cumbre anual en las Montañas Rocosas canadienses, enfrentando una creciente falta de consenso, especialmente con la postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Durante la jornada inaugural, Trump lanzó duras críticas a la decisión de expulsar a Rusia del entonces Grupo de los Ocho en 2014 tras la anexión de Crimea. “Fue un gran error. Si Rusia estuviera en la mesa, no tendríamos esta guerra”, declaró el mandatario estadounidense junto al primer ministro canadiense, Mark Carney.
El tono del encuentro sugiere dificultades para alcanzar acuerdos clave, como un llamado conjunto a la desescalada del conflicto entre Israel e Irán. De hecho, Trump se negó a respaldar el borrador de declaración propuesto para abordar esa crisis. Ante ello, Canadá ha optado por no buscar una declaración final conjunta, evitando repetir el colapso diplomático ocurrido en la cumbre de Quebec en 2018.
A pesar de que los países europeos parecen alineados en varios temas —incluidos migración, inteligencia artificial y cadenas de suministro— la falta de respaldo estadounidense pone en duda la publicación de cualquier declaración oficial.
Trump sugiere a Rusia como mediador, Europa se opone
La postura de Trump respecto a Rusia ha generado inquietud entre sus aliados. El presidente estadounidense reveló que habló con Vladimir Putin y sugirió que Moscú podría actuar como mediador en el conflicto entre Israel e Irán, propuesta rechazada tajantemente por el presidente francés Emmanuel Macron. “Rusia no puede ser un negociador cuando ha iniciado una guerra ilegal contra Ucrania”, subrayó el mandatario galo.
Un diplomático europeo calificó la sugerencia de Trump como una muestra de que Estados Unidos “no condena la invasión a Ucrania” y que considera a Rusia no solo relevante, sino potencialmente clave en procesos diplomáticos globales.
Ucrania, petróleo y un G7 sin consenso claro
Los efectos colaterales de los conflictos bélicos también se hacen sentir en los mercados. Las discusiones sobre el tope de precios al petróleo ruso se han complicado tras el aumento de los precios del crudo tras los recientes ataques israelíes a Irán. Aun así, el primer ministro británico Keir Starmer expresó esperanza de lograr un consenso para fomentar la desescalada.
El martes, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se unirán a la cumbre con el objetivo de presionar por una postura más firme contra Rusia y obtener mayor respaldo internacional para Ucrania.
“El reto del G7 no es solo económico, es moral y estratégico. La paz duradera en Ucrania depende de una postura clara y unificada”, afirmó Macron.
