

AGENCIA
Ciudad Juárez, Chih.- La Dirección General de Servicios Periciales y Ciencias Forenses conformará cuatro equipos especializados para identificar los 381 cuerpos localizados en un crematorio en funciones, el cual contaba con permisos estatales, informó su titular, Javier Sánchez Herrera.
Tras el hallazgo, que ocurrió el pasado jueves y fue confirmado el sábado tras completar el conteo de cadáveres, Sánchez detalló que se trabajará con antropólogos, odontólogos, prosectores y técnicos forenses que realizarán la toma de huellas, fotografías, estudios odontológicos, estimaciones de edad y otras técnicas científicas para generar el archivo básico de cada cuerpo.
Los trabajos se realizarán desde el laboratorio de Antropología del Servicio Médico Forense (Semefo) en Ciudad Juárez, ya que el hallazgo supera entre un 50 y 70% la capacidad del Semefo, que cuenta con aproximadamente 240 espacios disponibles.
“Voy a llevar a cabo la integración de cuatro equipos para estar trabajando cuatro cuerpos simultáneamente. Tengo estimado que este proceso durará entre mes y medio y dos meses”, precisó Sánchez Herrera.
Los cuerpos serán procesados de uno en uno, trasladados desde una caja refrigerada ubicada aún en el exterior del crematorio, sobre la calle Chihuahua, en la colonia Granjas Polo Gamboa, donde la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) colocó sellos de clausura tras la intervención del sitio.
El hallazgo se dio luego de un reporte ciudadano al 911, en el que se alertaba sobre movimientos sospechosos, como el ingreso de una carroza fúnebre al inmueble. La Policía Ministerial aseguró también documentos y actas de defunción, que ahora serán clave para cruzar la información y verificar si corresponden con los cuerpos encontrados.
Pese a las inhumaciones realizadas en semanas recientes y las programadas para la próxima, el Semefo no tiene capacidad para recibir todos los cuerpos, por lo que se determinó operar directamente desde el laboratorio de Antropología forense.
El caso ha generado conmoción en la ciudad, pues el crematorio funcionaba de manera regular y contaba con permisos estatales, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre irregularidades y posible negligencia institucional.
